Archivo

Albergues del GDF, en total abandono


 
Miriam de Regil
 
Los 10 Centros de Asistencia e Integración Social (CAIS) con que cuenta el GDF se encuentran en total abandono; de hecho, durante las 2 últimas décadas no han recibido ningún tipo de mantenimiento, "no sólo en su infraestructura, sino en cuestiones elementales", admitieron las autoridades capitalinas.
 
Rubén Fuentes, director del Instituto de Asistencia e Integración Social (IASIS), detalló a este diario que no sólo se trata de falta de pintura; "en general, los albergues del GDF trabajan en condiciones deplorables".
 
Durante un recorrido que EL FINANCIERO realizó por 2 de estos albergues se pudo constatar que los dormitorios están hechos un desastre, los baños se encuentran sucios y en ruinas, además de que las instalaciones de gas, electricidad y agua están en mal estado, lo que los convierte "en una bomba de tiempo", admitió Fuentes.
 

 
El funcionario -cuyo instituto depende de la Secretaría de Desarrollo Social local (Sedesol-DF)- señaló que el panorama encontrado en los albergues por la nueva administración capitalina "es triste, sobre todo para los usuarios que viven allí", y también sorprendente, "pues hallamos que no existe un presupuesto específico para los CAIS".
 
-¿Cómo es que han operado entonces?
 
-Los sueldos del personal sí se encuentran dentro del presupuesto capitalino y hay algunas donaciones o convenios, pero dinero para mejoras no lo hay, cuando menos en la entrega que me hicieron no lo hay.
 
Fuentes explicó que en cuanto a recursos lo que se tiene y se maneja es una especie de fondo revolvente de alrededor de 30 mil pesos al mes para todos los albergues. "Es una cantidad mínima que se utiliza para comprar artículos como bombas, vidrios y chapas de puerta, entre otros. Este recurso, una vez ejercido se comprueba a través de facturas y se vuelve a recuperar".
 
-¿Qué presupuesto se requiere para darle mantenimiento mayor a los albergues y para que éstos puedan operar?
-Se necesita una inversión fuerte, que en este momento no es fácil de especificar; precisamente por ello, la titular de la Secretaría de Desarrollo Social del Distrito Federal, Rosa Icela Rodríguez, solicitó ya un diagnostico profundo sobre el estado que guarda cada uno de los diez CAIS de la ciudad. Un estudio integral y definitivo nos ayudará.
 

 
Diagnóstico
 
Fuentes anunció que el diagnóstico que actualmente se trabaja se hará en tres fases: la primera señalará la atención inmediata, la segunda especificará la urgente y la siguiente dirá los trabajos que se tienen que realizar a largo plazo, es decir durante los próximos años.
 
"La idea es que quede una memoria, para que quien llegue a cargo conozca lo que se necesita, y haga un mantenimiento preventivo y no correctivo como el que ahora se debe realizar."
 
Este año, informó Fuentes, se trabajará básicamente en dos de los diez CAIS que están más deteriorados: Torres de Potrero, donde están todas las personas en situación de calle con problemas de adicciones, y Cuemanco, al cual se canalizan a quienes tienen problemas psiquiátricos.
 
Hay un tercer proyecto que se espera se pueda atender este año, que es Villa Mujeres o Margaritas, el cual da techo a familias y mujeres. 4
 

 
Rehabilitación y diagnóstico
 
El dinero para la rehabilitación y el diagnóstico de estos centros es actualmente de 45 millones de pesos, cantidad que "la Sedesol-DF consiguió haciendo un reajuste de los programas de desarrollo social del GDF y por medio de entrevistas con el titular de Finanzas".
 
Ya con el diagnóstico en las manos se prevé que en agosto próximo ya se pueda solicitar una partida presupuestal para estos albergues.
 
Los alimentos que a diario se ofrecen en los CAIS son parte del programa Comedores Públicos, que maneja la Secretaría de Desarrollo Social local; la alimentación se complementa con donaciones que hacen instituciones o la misma Central de Abastos. "La tortilla y el pan es producida por nosotros, pues en tres de los albergues se cuenta con un programa para autogenerar alimentos".
 
Muebles, ropa y medicamentos, entre otros, se consiguen a través de acuerdos, donaciones y convenios con grupos como Alpura, Fundación Azteca, el Nacional Monte de Piedad, Fundación Luz Saviñón o con universidades como la Londres y la Intercontinental, que donan mobiliario, e incluso los estudiantes realizan acopios.
 
Los 10 CAIS ofrecen atención a 2,800 usuarios censados y su capacidad total es de alrededor de 3,000 personas, pero en época de lluvias e invierno los inmuebles se ven saturados.
 

 
De los 2,800 usuarios censados:48 son niños de 5 a 14 años28 se ubican en el CAIS Azcapotzalco y el resto vive con sus familias en otros centrosSon más de 20 familias las que están bajo este tipo de techoCon problemas mentales hay 400 usuarios, de los cuales 290 son hombres
 
"A excepción de los centros que sólo admiten niños o personas con problemas psiquiátricos (Azcapotzalco, Cascada y Coruña), el resto de los CAIS son de puerta abierta"; sin embargo, explica Fuentes, una vez que son recibidos en los albergues deben cumplir con las reglas, los horarios de entrada y salida, no venir intoxicados, bañarse todos los días y no buscar problemas con sus compañeros".
 
La mayoría de la población es del Distrito Federal, pero las personas oriundas de Veracruz, Estado de México y Puebla también forman un gran número en los albergues.
 
Respecto de los extranjeros, las autoridades indican que éstos son mínimos, y son considerados como población flotante porque muchas veces llegan sólo de paso.
 

 
Fuentes agrega que el objetivo de la nueva administración es que las personas que viven en los albergues sólo permanezcan en éstos un año. "Se busca trabajar con ellos para que tengan una reintegración exitosa en la sociedad", no obstante admitió que el porcentaje que logra reintegrarse aún es mínimo.
 
"Cierto, en las oficinas tenemos trabajando a jóvenes que nos han pedido una oportunidad, pero para la reinserción general aún se tiene que trabajar mucho", dijo.
 
Información proporcionada por El Financiero Diario.
 
 
 
 

También lee: