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¡Viva Flamenco! celebra 10 años de vida

La cultura flamenca llegará al Teatro de la Ciudad este viernes en el espectáculo "Compases a mi aire", a cargo de la compañía "!Viva Flamenco!", que cumple 10 años de jiribillas, soleaes, fandangos, tangos y rumbas en suelo mexicano. 

Diez años de jiribillas, soleaes, fandangos, tangos y rumbas. Diez años de zapatear a la flamenca en suelo mexicano, son los que cumple la compañía, también mexicana ¡Viva Flamenco!, fundada por la bailaora Leticia Cosío, quien los celebra, muy a su aire, con un espectáculo único en el Teatro de la Ciudad.

Para Cosío, el flamenco es un arte visceral, apasionado, cuyo fluir se asemeja, en sus intensidades, a la vida misma.

"Llega un momento cuando estás bailando, en que te puedes descomponer; son expresiones que se utilizan, se te puede deformar la cara, el cuerpo, y luego te vuelves a componer, y desde lo más alto, bajar y volver a subir, como todo en la vida, tratando de tener un equilibrio", asegura.

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Compases a mi aire es el montaje con el que la directora de la compañía celebra su aniversario este viernes 25 de abril a las 20:00 horas, el cual muestra el fuerza y la emotividad de los 12 artistas que la integran. En él, dice Cosío en entrevista, comparte momentos de estos diez años que en los que gracias a la comunión del cante, la guitarra y el baile, la improvisación es posible.

"Hay cierta complicidad", apunta la bailaora y profesora de baile flamenco, quien recrea con este espectáculo sus vivencias.

"Momentos de inquietud, de incertidumbre, de alegría, de dolor muy fuerte para mí cuando fallece mi marido. Después obviamente la vida sigue y vienen estos momentos de esperanza, de fuerza, de burla -porque si no nos burlamos de las cosas que nos pasan durante la vida, pues cómo estaríamos".

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Al flamenco le ha tomado siglos llegar a estas tierras, donde también se nutrieron los palos, advierte la artista.

"Hace cientos de años -recuerda -, la tribu gitana que es expulsada de la India llegó a la parte sur de España y de ahí a América, donde toman ritmos locales y los aflamencan; son los cantes de ida y vuelta. Dentro de esos ritmos o palos, están las colombianas, las rumbas, guajira. En 1960, 1970, en México se empezó a crear el palo por mexicana. En el flamenco, lo que hacen es tomar letras de autores mexicanos y las llevan a sus ritmos, hay algunas de José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, entre otros".

¡Viva flamenco! ha encontrado un público creciente, explica su directora, porque el género que cultiva, es familiar.

La parte coreográfica de su espectáculo está integrada por cinco bailaoras y un bailaor, quienes conviven, pero sobre todo, se concentran en su propio arte, pues el flamenco, observa la directora, es individual.


"Aunque necesitas el cante y la guitarra, hay momentos de lucimiento de cada uno. Para mí, el flamenco es de emociones; yo soy dramaturga, no soy actriz, pues la danza tiene una guía, con subidas y bajadas, hasta llegar a un clímax", concluye.

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