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Viriathus, un espacio de muebles vintage

Conoce todo sobre Viriathus, una marca que ofrece objetos cargados de historia convertidos en moda vintage. Desde finales de 2013, este negocio tiene un lugar en Casa Palacio del centro comercial Antara. 

Objetos tan improbables como un cohete creado en 1967 para conmemorar el lanzamiento del primer modelo "Mitl" de la Comisión Nacional del Espacio Exterior, o un beliz que perteneció al ex Presidente de México Adolfo López Mateos podrían ser piezas de museo, pero ahora son tendencia en mobiliario. Previamente intervenidos, los objetos cargados de historia son parte de la moda vintage.

Es así que los publicistas Ernesto Viriato y Viriato Cuenca decidieron hacer de la nostalgia la esencia de Viriathus, su marca de muebles.

Por error, la abuela de los Cuenca vendió a un ropavejero un baúl que contenía fotografías familiares y partituras originales de su bisabuelo, el compositor Alfredo Carrasco. Una década después, Ernesto encontró todo el lote en La Lagunilla, lo compró y así el trabajo de su ancestro pudo ser catalogado.

Como historiador del arte, su pasión por buscar objetos en casas a punto de ser demolidas, sótanos o mercados de pulgas, para restaurarlos, convirtió su oficina en una bodega de antigüedades, por lo que, con su hermano, decidió abrir un show room privado de piezas únicas.

"La gente ya no quiere triques y remata todo. Hemos llegado a comprar lotes completos de cosas, algunas sirven, otras en apariencia no tanto, pero conforme conoces su historia, descubres su valor", cuenta Viriato Cuenca. "Cuando te pones a investigar, te das cuenta de que son objetos que hablan y que evocan la nostalgia".

El negocio creció rápidamente y desde finales del año pasado Viriathus tiene un espacio en Casa Palacio del centro comercial Antara.

"Todo lo que vendemos son piezas auténticas con algo que contar, es lo que nos diferencia de otros", explica Ernesto Viriato Cuenca.

Bajo este criterio, Viriathus ofrece libros del siglo XVIII, muebles de encino del siglo XIX, cajoneras con más de 70 cobertizos u objetos industriales, como una perforadora y luces de set cinematográfico.

"No importa de qué época sea la pieza, tiene que ser atractiva de alguna manera", añade el empresario, quien entre sus hallazgos destaca las icónicas maletas que pertenecieron a Adolfo López Mateos, conocido por ser el primer presidente viajero de México y por ello apodado "López Paseos", o las macetas que María Félix tenía en su casa de Cuernavaca.

Pero uno de los descubrimientos más importantes, abunda, fue el de 15 bocetos que un vestuarista de la primera mitad del siglo XIX realizó para distintas óperas y ballets. Los dibujos ya fueron restaurados y enmarcados, y están en espera de una valuación.

"El margen de utilidad varía sustancialmente: hay hallazgos que son muy económicos, pero hay que restaurarlos, y otros que de entrada son caros; también varían por el valor histórico o por su rareza", explica el historiador de arte.

El costo de las piezas oscila entre 500 y 100 mil pesos, porque se pueden encontrar desde teléfonos de disco y máquinas de escribir, hasta voluminosos muebles de madera fina.

Todas las antigüedades van acompañadas de una cédula explicativa, porque, dice Viriato Cuenca, a la gente le encanta que le cuenten sus historias.

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