After Office

Una colección de ideas bien desarrolladas en cuadernos

La nueva colección de Cuadernos de la editorial Anagrama abarcan tanto el paso de la condición posmoderna a la póstuma, así como el tránsito al abismo del Ser.

¿Es cierto que lo que viene es el después sin el después?
Marina Garcés cierra, por ahora, los primeros cuatro números de la nueva colección de Cuadernos de editorial Anagrama. ¿Qué será del libro en la era en la que ya todo ha pasado? Garcés -en un muy desolador y brillante ensayo- no reponde de manera directa a la pregunta, pero sí de manera explícita: los tomos deben sobrevivir en esta impotencia actual a la que se puede dar el nombre de analfabetismo ilustrado.

El solucionalismo lo reina todo y en cada momento. "Es la coartada de un saber que ha perdido la atribución de hacernos mejores, como personas, como sociedad", sentencia la autora y remata, como si la pelota le quedara en la pierna derecha ante el arco de la Historia: "ya no creemos en ello y por eso pedimos soluciones y nada más que soluciones".

Según ella, la guerra antiilustrada del presente legitima un régimen social, cultural y político basado en la credulidad voluntaria. ¿Qués es, pues, esto? ¿A qué parte del pasado se fue la figura del futuro? Responde: Se nos embarcó en un mundo smart para unos habitantes irremediablemente idiotas".

Desde el malestar síquico y físico que asola a las sociedades más ricas, hasta quiebra de las economías de subsistencia en las más pobres. Del alma al estómago habita la impotencia


Una observación devastadora del barco en el que viaja aún la idea de lo humano, de la colección de consciencias:

"Como para el punk, que alzaba sus gritos de vida y de rabia (en los 70), el no futuro posmoderno era experimentado como un liberación. Frente a ello, la condición póstuma se cierne hoy sobre nosotros como la imposición de un nuevo relato, único y lineal: la destrucción irreversible de nuestras condiciones de vida... ya no la realización de la historia sino su implosión". Uf, la victoria letal y contundente de lo artificial.

Para ella, la especie ha pasado de la condición posmoderna a la condición póstuma: "El sujeto, como conciencia y voluntad, ha perdido la capacidad de dirigir la acción del mundo y de ser, por tanto, el timonel de la historia".

Los otros tres textos de esta incipiente colección abarcan lo mismo en pocas páginas: el tránsito al abismo del Ser, esa cháchara ya vuelta síntoma.

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