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"Un hombre ajeno", obra que invita a pensar en la condición humana

La obra contiene humor negro y  "tiene que ver con un personaje deprimido al que parece que todo le va mal", asegura su director Alejandro Ricaño.

Triste, desesperanzadora, la obra reciente de Alejandro Ricaño, autor de "Más pequeños que el Guggenheim", "El amor de las luciérnagas", "Fractales" y "Cada vez nos despedimos mejor" (monólogo estelarizado recientemente por Diego Luna), todas ellas divertidas celebraciones de vida, marca un rompimiento en su dramaturgia y lo hace desde el punto de vista masculino, en tiempos en los que, asegura Adrián Vázquez, uno de sus actores (para quien está escrita la obra, pensada originalmente también como un monólogo), la lucha por la equidad de género la enfrentan los hombres.

El protagonista de "Un hombre ajeno" "no es machista ni misógino, es alguien que no logra estar bien no sólo con las mujeres, sino con nada", agrega el también director y aclara que "no es una crítica, ni una radiografía, una visión del hombre en la sociedad mexicana y el rol que tiene, de hecho están en un lugar que ni siquiera parece México, más bien tiene qué ver con un personaje deprimido; yo encuentro un paralelismo con la última película de los Coen, "Balada de un hombre común", con este tipo que quieres que reaccione, al que parece que todo lo que toca le va mal".

Esta no es una obra sobre cómo se llega al desencanto, sino como ya se está en él, deja espacio para el humor negro y busca "que reflexionemos sobre la condición humana, sobre la sociedad, emocionalmente hablando, las emociones de nuestra generación", concluye.

En entrevista con EL FINANCIERO, los actores comparten su visión acerca del universo masculino y sus emociones.

"En la vida uno es feliz cuando está con la gente, pero cuando está solo, extrañando a los que ama, no hay mucho de dónde agarrarse", dice Adrián Vázquez.

"El estado anímico del personaje está magnificado, sería imposible andar por la vida permanentemente así, pero sí hay muchos momentos y situaciones que te conectan con el personaje".

Para Vázquez, los hombres contemporáneos tienen "la dificultad de comunicarse en toda una cultura ancestral de machismo, de virilidad; la lucha por la equidad de género es más bien del hombre, porque nadie se cuestiona que la mujer sea mujer, pero a un hombre, todo el tiempo le están cuestionando".

A un año de su participación en "Las obras completas de William Shakespeare (abreviadas)", Osvaldo Benavides, quien actualmente participa en una telenovela de Televisa, regresa al teatro con una obra que "toca un tema que no nada más atañe a los hombres, que a pesar de toda la información que hay, la capacidad de estar conectados al toque de un dedo, llega un momento en el que nos sentimos completamente desconectados, solos, vacíos, pareciera que estamos en esta carrera por alcanzar la felicidad y nunca llega, no entendemos por qué nos sentimos así, de eso habla la obra de un hombre que está tratando de asirse a sus emociones, a las personas, para no perderse".

Por "un amor, un interés y, sobre todo, una necesidad", José María Yázpik regresa al teatro. Hace dos años estelarizó Cock, junto a Diego Luna y en el inter filmó cintas como Colosio, el asesinato, de Carlos Bolado; Los amantes pasajeros, de Pedro Almodóvar; produjo el documental de Olallo Rubio, Ilusión nacional, y la cinta Las oscuras primaveras, de Ernesto Contreras, en la que también actúa junto a Cecilia Suárez e Irene Azuela.

En estos tiempos, asegura, los hombres se enfrentan "a muchas distracciones, todo está hecho para distraerte, la contaminación visual, los celulares, las computadoras, para distraerte y para no estar donde tienes que estar", pero, aclara, "quiero pensar que yo sí me doy mi tiempo, tengo otro tipo de conciencia al respecto, trato de luchar en contra de eso, es imposible lograrlo al 100 por ciento, pero busco tiempo para estar solo, pensar dónde estoy, en lo que me rodea, para tratar de darle el tiempo a las cosas que son importantes".

La trama

Un hombre que vive en Nueva York, en un departamento que no quiere habitar, cae en cuenta de que está completamente solo y decide buscar a su amor de juventud. Cuando viaja a México para reencontrarse con ella, le dan la noticia que su padre está a punto de morir. Es la primera de una serie de calamidades que deberá enfrentar, casi desarmado, desde su aletargamiento, pero el tortuoso camino, irónicamente, está lleno de humor.

¿Dónde?

​Lugar: Sala Chopin

Dirección: Álvaro Obregón 302, Col. Roma

Funciones: Del 21 de febrero al 20 de abril

Horarios: Viernes, 20:30; sábados, 19:00 y 21:00; domingos, 18:00 horas

Precio: 350 pesos

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