After Office

U2 y la guerrilla: así nació su disco leyenda

El viaje de Bono por Chile, El Salvador y Nicaragua inspiró el disco emblemático de la banda irlandesa: 'The Joshua Tree', la obra maestra que vio la luz hace 30 años.

La tierra tembló. Arriba, aspas y balas hacían rugir el cielo. Por primera vez, Bono temió por su vida en aquel país extraño. Era agosto de 1986 cuando el líder de U2 quedó en medio de un ataque aéreo de la Fuerza Armada de El Salvador a una comunidad campesina.

Estaba en la zona de guerra de Chalatenango, a 69 kilómetros de San Salvador, la capital del país centroamericano, que visitaba en una misión de paz. Nunca antes había estado en América Latina.

"¿Puedes imaginar a los campesinos viendo estos helicópteros sobre su aldea? Esas imágenes fueron lo que traté de captar en 'Bullet the Blue Sky' (Dispara al cielo azul)", le contó al locutor estadounidense Timothy White en una entrevista radiofónica transmitida en junio de 1987. Se refería a la canción que incluyó en un disco que sería considerado la obra maestra de la agrupación irlandesa: The Joshua Tree. Un álbum que vio la luz hace 30 años.

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Al cantante le impresionaron tanto las zonas en conflicto que recibían apoyo bélico del gobierno de Ronald Reagan como las yucas que crecen en el desierto de Arizona -en inglés, los joshua trees, que dan título al disco-. Su encuentro con lo que llamó "las dos Américas" inspiró su quinto álbum.

The Joshua Tree significó la conquista de América para U2, pero al mismo tiempo los miembros del grupo se rendían ante un continente desconocido: mientras preparaban este disco, recuerda The Edge, guitarrista de la banda -en una entrevista citada por la revista española EfeEme en 2014-, él estaba descubriendo el blues y Bono a escritores como Flannery O'Connor o Truman Capote. "El lenguaje de los escritores americanos golpeó de forma especial a Bono. El tipo de imágenes y la calidad cinemática del paisaje americano se convirtieron en un punto de partida".

Para el vocalista -de acuerdo con EfeEme- la realidad de América Latina era opuesta a esa ensoñación. "Me daba cuenta de lo peligrosa que resultaba la política extranjera estadounidense para los países de su alrededor, como la brutal presión a los sandinistas (en Nicaragua)".

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Las dos Américas
Originalmente, el disco se titularía The Two Americas. Aunque cambió de título, su espíritu se fortaleció tras la travesía de Bono por la otra América, la del centro y la del sur, la de los conflictos armados y los cambios sociales.

Acompañado por el pintor chileno René Castro, a quien conoció en San Francisco, donde éste dirigía el Mission Cultural Center, Bono emprendió en 1986 un viaje por Chile, a partir del cual Castro se convirtió en colaborador de U2 y realizó algunos telones de sus giras. "Escuchamos mucho a Víctor Jara e Inti-Illimani", dijo en una entrevista reciente con el diario chileno La Tercera.

Aquel viaje continuó por las zonas en conflicto de El Salvador y Nicaragua, en una gira organizada por la Central American Mission Partners, una ONG de ayuda a víctimas en Centro América. Aquel territorio en guerra se le reveló de primera mano al autor de 'In the Name of Love'.

Fue René Castro quien le presentó a Bono a su amigo, el músico de folclor salvadoreño Roberto Quezada, líder del grupo Yolocamba Ita, quien lo acompañó en la gira por su país y estaba con él en el ataque que inspiró 'Bullet the Blue Sky'.

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Aquel recorrido le brindó al líder de la banda irlandesa un acercamiento al Tercer Mundo y a su música. 'Mothers of the Disappeared', que cierra la obra producida por Brian Eno, surgió después de su encuentro en El Salvador con el Comité de Madres Monseñor Romero.

Chile dejó otra impronta indeleble en la experiencia de Bono -quien menciona a Víctor Jara en el tema' One Tree Hill'-. "En Chile se había derrocado a un gobierno democrático mediante un golpe de estado respaldado por la CIA para imponer a una máquina de matar llamada Pinochet. Estados Unidos tenía mucho de desdeñable, se comportaba de un modo vergonzoso para defender sus intereses", dice en el libro U2 by U2.

The Joshua Tree tuvo su lanzamiento mundial el 9 de marzo de 1987.

Zona de guerra
Ese mismo año ocurrió en Belfast un atentado que se atribuyó el Ejército Republicano Irlandés, que planeó con éste su acto más sangriento. Unas 30 mil personas acudieron al Windson Park, al partido entre Irlanda del Norte e Inglaterra en la Eurocopa 1987. Milagrosamente, nadie resultó herido en el encuentro que ganaron los ingleses por 2-0.

Pero el conflicto bélico en Irlanda, al que la banda había aludido en discos anteriores, no apareció en The Josua Tree, álbum con el que comenzó una etapa de expansión en los intereses de la banda por tocar problemáticas humanitarias más allá de la isla; un interés que se disparó en 1985, cuando U2 participó en el concierto de Live Aid.

De regreso a la otra América, pocos días después de la salida de The Joshua Tree, el 27 de marzo de 1987, U2 ofreció un concierto sorpresa en Los Ángeles para la grabación del video del tema 'Where the Streets Have No Name'. Tocaron ocho canciones ante más de mil espectadores. La bienvenida oficial al mainstream estadounidense.

A pesar de que el panorama ha cambiado en los países que inspiraron The Joshua Tree -se cumplieron ya 25 años de los acuerdos de paz en El Salvador, y Chile tiene un gobierno democrático-, la distancia entre las Américas a la que hace alusión el disco no se ha reducido.

Treinta años después, la América que la banda irlandesa recorre con su gira de aniversario -que llegará a México en octubre- sigue siendo una geografía de contrastes.

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Y Dublín se hizo América
Cuando Bono leyó a Fante, Bukowski y Carver conoció a la América profunda, la de las carreteras desoladas y las praderas infinitas; la América de Camino de Los Ángeles o Factótum, donde la vida transcurre entre cerveza, trabajos monótonos y pobreza lacerante. Una América que, hasta entonces, Bono desconocía por completo. Fue Bob Dylan —a quien conoció en Irlanda a mediados de los 80— quien lo indujo por los sombríos terrenos de la cultura norteamericana.

Provenientes de una atmósfera sonora mucho más electrónica y techno pop, los dublineses se sumergieron en el blues y el gospel para refrescarse de la tradición europea; justo como lo habían hecho los Rolling Stones 20 años atrás. El descubrimiento de América de U2 se tradujo en The Joshua Tree, un álbum que fue recibido por la crítica exactamente como fue concebido por la misma banda: como un encuentro entre dos mundos.

La revista Rolling Stone publicó el 9 de abril de 1987: "Las apuestas son enormes, y U2 lo sabe. Está a punto de elevarse del éxito comercial de los discos de platino a algo mucho más profundo y elevado. The Joshua Tree es su álbum más plural, más rico. En su tenacidad musical y su búsqueda de los orígenes, le hace honor a su nombre: un árbol duro y torcido que crece en los desiertos del suroeste americano. El título se ajusta a un álbum que se refiere a la resiliencia de los individuos frente a la absoluta desolación social y política".

NME, el gran medio musical británico, lo recibió de esta manera el 14 de marzo de 1987: "Sin duda es el mejor y el más valiente álbum de 1987. Es el sonido de la gente que todavía intenta algo, que todavía quiere decir algo pero no sabe qué".

The New York Times lo definió como "una curiosa pérdida de individualidad" y la revista The Village Voice como "triste y apasionado; majestuoso e involucrado".

El tiempo le dio la razón a los críticos. Hoy The Joshua Tree celebra 30 años con gira, edición de lujo, 25 millones de copias vendidas y un encuentro entre Europa y América que parece no tener fin.

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