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Tras los pasos de Cri Cri

Mario Iván Martínez festeja 20 años de contar cuentos; el oficio que emprendió inspirado en la obra de Francisco Gabilondo Soler, un autor que apostaba a la inteligencia de los pequeños. El actor presentará su espectáculo 'Puro Cuento', en el Teatro de la Ciudad, los próximos 23 y 30 de julio.

La imagen de un señor tlacuache que carga cachivaches resulta prácticamente desconocida para los niños de hoy. La terminología cyber, tan en boga entre los chicos, tiene cada día menos que ver con los personajes del barrio de los que que hablan las canciones de Cri Cri, como el zapatero remendón o el ropavejero.

"Ese vocabulario tal vez pudiera resultar ajeno a los niños por la decadencia que ha sufrido nuestro idioma", reconoce en entrevista Mario Iván Martínez, quien es uno de los embajadores de Francisco Gabilondo Soler desde 2007, centenario del nacimiento del compositor veracruzano.

Él se asume como una especie de guardián de las palabras. Por eso se ha propuesto difundir el repertorio de Cri Cri, tanto de las canciones como el de los cuentos que contaba el Grillito Cantor en sus programas de radio a mediados del siglo pasado.

"Hay que recordar que en la XEW, Gabilondo Soler contaba un cuento, que desembocaba en una canción. Como aquello de que las abuelitas no son damas viejas, sino muchachas antiguas... Y lo hacía con el don maravilloso de contar. No entregaba una colección anárquica de canciones, tenía una propuesta de estilo, de temática".

Gabilondo Soler
apostaba a la inteligencia de los niños; les mostraba mundos desconocidos y una magia que sigue existiendo, dice el actor, quien este año cumple dos décadas de ejercer un oficio que le fascina: el de cuenta cuentos. Un aniversario que celebrará con dos presentaciones de su espectáculo Puro Cuento, en el Teatro de la Ciudad, los próximos 23 y 30 de julio.

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ACUDA
¿Qué? 20 años de Puro Cuento
¿Dónde? Teatro de la Ciudad.
Donceles 36, Centro
Fechas: Domingo 23 y 30 de julio, 13:00 horas
Localidad: $100 y $200

Su oficio de contar -recuerda- comenzó como invitado al programa gubernamental de lecturas dramatizadas ¿Quieres que te lo lea otra vez?, con el que recorrió todo el país a mediados de la década de 1990. Él ampliaba el repertorio de lecturas con su propia selección de cuentos y con canciones de Cri Cri.

Entusiasmado por la respuesta del público infantil, transformó estas sesiones en espectáculos completos. "Empecé a vestirme de cuenta cuentos renacentista, a echar mano de muñecos y de música, y desde entonces puse como condición que los adultos acompañaran a sus hijos, precisamente para que compartieran con ellos todas las palabras que les fueran desconocidas", explica.

Si los adultos guían a los chicos para que comprendan las palabras que desconocen en una canción, el entusiasmo de los niños se vuelve más intenso, afirma Mario Iván.

Lo sabe porque él mismo lo vivió. Su primer día de clases, a los 4 o 5 años, su padre, el locutor de radio Mario Iván Martínez Ortega, le cantó 'Caminito de la escuela' mientras ambos se dirigían al colegio. Así conoció a "Don Pancho", como llama cariñosamente a Gabilondo Soler.

De niño, Cri Cri lo hizo soñar despierto, asegura el artista. Gracias a su obra se hizo cuenta cuentos; la vocación de actor también se le despertó muy temprano por su madre, la recientemente fallecida actriz Margarita Isabel.

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Al Grillito Cantor le ha dedicado una parte sustancial de su trayectoria como narrador, que posteriormente complementó con la producción de audiolibros. Tiene 22 títulos grabados con obras, además, de Shakespeare, Cervantes, de los hermanos Grimm y cuentos mexicanos, entre otros.

DOS MONTAJES DE ANIVERSARIO
Para celebrar sus 20 años de compartir narraciones para el público infantil, el 23 de julio presentará Un rato para imaginar, un montaje en el que cuenta las aventuras de un grillito viajero, como fue en vida Francisco Gabilondo Soler. "Él recorrió varios países y en cada uno escribió una canción: en Argentina, el 'Ché araña'; en Estados Unidos, 'El ratón vaquero'; en Alemania, 'Mi amigo Hans'. Nos puso en contacto con todos los géneros musicales posibles", recuerda.

La imaginación de Mario Iván también ha dado lugar a un villano en el mundo de Cri Cri, Don Ditirambo Farfulla, quien pretende -sin éxito- sabotear la cremonia en la que el Grillito Cantor sería condecorado por el Rey Bombón como compositor archipluscuanilustre.

La tarea del artista como embajador de Cri Cri continuará en octubre, cuando estrene su nueva obra, Que dejen toditos los sueños abiertos.

"Me interesa trabajar para niños principalmente por el gozo que me aporta y para tratar de brindar diversidad y dignidad a la oferta infantil", destaca.

Un elemento fundamental en las narraciones de Mario Iván es la "depurada selección musical" con que hilvana sus cuentos. "La música hace que al niño se le vuelva memorable la historia y le siembra propuestas exquisitas en el oído de incipiente melómano".

Es así que Pulgarcito y El soldadito de plomo, los cuentos que contará en su segunda función de aniversario, el 30 de julio, incluyen danza y música en vivo, interpretada al piano por Alberto Cruzprieto y el niño Sergio Vargas Escoruela, quienes tocarán obras de Schubert, Schumann, Mendelssohn y Ravel.

Aunque las nuevas generaciones viven en el imperio de lo visual, Mario Iván defiende la fuerza de la música y de la palabra. "Las canciones de Cri Cri siempre serán nuevas".

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