After Office

¿Trabajo o amigos? un lugar en Polanco para ambos

La planta alta del restaurante Emilio es más formal, ideal para citas de negocios, mientras que en la planta baja, donde luce una espléndida barra, el encuentro con amigos resulta muy agradable.

Este lugar ofrece la oportunidad de disfrutar algunas delicias de la cocina española, pero en dos ambientes diferentes. La planta alta del restaurante Emilio es más formal, ideal para citas de negocios, mientras que en la planta baja, donde luce una espléndida barra, el encuentro con amigos resulta muy agradable. Además, en cualquier ubicación que elija tendrá una hermosa vista del Parque Lincoln en Polanco.

Recién llegado de Tailandia, el chef Jesús Niño toma la estafeta de Adrián Marín, el anterior chef al mando en este nuevo integrante del grupo Alberto Ituarte. Él recomendó a Jesús, quien explica que ha mantenido la propuesta original, basada en la cocina española, en una carta donde podrá encontrar algunas suculentas recetas internacionales. Ambos trabajaron juntos durante cinco años en el restaurante del Hotel Majestic de Barcelona.

Dos niveles y dos cartas, a elección del comensal. Si quiere degustar tapas o platillos más sencillos que ofrece la planta baja, pero instalándose en el primer piso, puede hacerlo, igual que saborear una de las especialidades de la casa en su área "informal". La formalidad, por cierto, está lejos de este concepto relajado y amigable, donde también puede probar las creaciones del chef bajo la propuesta "cocina de proximidad", en la que la estrella es el producto, la carta cambia constantemente.

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PLANTA ALTA

Emilio Castelar 107, entre Julio Verne y Alejandro Dumas. 5280-5877 / 4332
Desayunos, lunes a domingo, de 7:30 a 12:00; comida, de 13:30 a 23:00 la cocina de arriba y hasta las 00:00 horas la cocina de planta baja. Los domingos la planta alta cierra a las 18:00, y abajo a las 22:00 horas.

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PLANTA BAJA

El chef Niño explica que precisamente esta flexibilidad es la que permite al comensal sentirse en un solo lugar, aun cuando los ambientes son distintos. "Posiblemente el 70 por ciento de nuestros clientes son gente que repite todas las semanas, reservan arriba cuando vienen de negocios y abajo cuando vienen con amigos", dice orgulloso del sitio que tiene lista de espera para reservaciones.

"Somos especialistas en arroces y pescado, que es en lo que se basa la carta arriba. Nuestra filosofía es el producto: que sea el mejor. Abajo tenemos unos tacos, croquetas, otras opciones, no somos radicales con la cocina española, tenemos cosas muy innovadoras mediterráneas, vascas, francesas, hacemos algún rissoto italiano".

Puede probar el arroz estilo Denia, de la comarca de Alicante, preparado con calamares, o un clásico arroz negro con pescado y almejas. Su estrella es el arroz caldoso de Bogavante, azafranado, servido con guarnición de espárragos. Su carta de botanas incluye una olivada de la Provenza, buñuelos de bacalao, tacos de lechón, chamorro o pulpo. Tienen una amplia carta de vinos; sobre todo españoles.

Hace apenas seis meses que el chef Jesús Niño está a cargo de la cocina de Emilio y si bien ha introducido algunas creaciones propias, como los platillos en frío o la selección de tacos, destaca el respeto a la carta original. Pero incluso en el sello de la casa, que son los arroces, se ha arriesgado a innovar, ya que el movimiento de la carta es constante. Recientemente, por ejemplo, cambió el arroz de pato por uno de bacalao.

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