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A cuatro décadas de su fallecimiento, el muralista David Alfaro Siqueiros se ha arraigado más en el imaginario nacional, sobre todo en la tradición artística del país, afirmó este viernes el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa.
Durante el homenaje por el 40 aniversario luctuoso del pintor, en la "Rotonda de las Personas Ilustres", en el Panteón Civil de Dolores de esta ciudad, subrayó que el llamado "Coronelazo" fue un hombre que supo entender las expresiones del tiempo que le toco vivir.
"Siqueiros conjuga perfectamente lo que es la vitalidad que produce la Revolución Mexicana y la comprensión de las vanguardias internacionales de su tiempo. Por eso él participa en la revolución y la Guerra Civil Española, y no en balde él mismo denominaba su labor y la de muchos de sus contemporáneos como 'los soldados del arte' ", afirmó Tovar y de Teresa.
Destacó que la obra de Siqueiros ha tenido una importante revitalización de su difusión en los últimos años a partir de la remodelación que se hizo a la Sala de Arte Público Siqueiros y, en 2012, con la reinauguración de La Tallera, en Morelos. "La Tallera ha podido estar trabajando de un modo intenso con los 80 mil documentos que dejó Siqueiros", sostuvo. Asimismo, apuntó que, para este año, se tendrá un importante programa de trabajo en el que se revisará y analizará el legado del pintor mexicano.
David Constantino Rodríguez Ochoa, bisnieto del muralista, adelantó que uno de los proyectos en puerta para recordar a su antecesor es el montaje de una exposición de su pintura y una fotográfica que se desarrollará a finales de febrero en Baja California, aunque dijo desconocer más datos.
Señaló que el acervo contiene piezas que corresponden a diferentes etapas y momentos, y puso como ejemplo una imagen en la que se le ve vestido de calabaza en un día de "Halloween".
Ciudad Universitaria, el Museo Nacional de Historia, el Polyforum Cultural, el Centro Médico Nacional y, desde luego, sus casas, ahora convertidas en la Sala de Arte Público Siqueiros, en la Ciudad de México, y La Tallera, en Cuernavaca, son algunos de los espacios que resguardan el legado que este artista dejó a la humanidad, además de diversos murales en diferentes ciudades del mundo.