La cantante e investigadora Susana Harp presentó el viernes pasado, en el Lunario del Auditorio Nacional, el espectáculo de su nuevo disco Misterios gozosos.
La importancia de grabar repertorio mexicano...
Siempre le damos una vuelta; las generaciones que lo están interpretando en cada momento le ponen un toque especial y, en mi caso, mi intención es irme al origen, especialmente en este disco. Por ejemplo, Luz de luna es un bolero que Álvaro Carrillo escribió desde la cárcel, como un pasillo ecuatoriano y así lo dejé, como la hizo él.
¿Cómo se recibe la música mexicana en el extranjero?
Nos va re bien, de hecho al principio, yo empecé en 1997, era muy difícil en México salir con un huipil, por ejemplo, o cantar en zapoteco. Ahora, 20 años después ya no hay estos prejuicios, la gente se ha abierto, pero nos costó, picamos piedra.
Hoy existe un movimiento de mujeres cantantes...
Así es y se dio naturalmente, sin que nadie se pusiera de acuerdo, pero de pronto coincidimos. Cada una tiene su sello y a mí lo que me gusta es la investigación.