No es lo mismo no estar mal, que estar bien, advierte la doctora Margarita Tarragona. Terapeuta, coach y especialista en sicología y prácticas narrativas, recientemente presentó su libro Tu mejor tú (Alianza Editorial), que brinda una guía para alcanzar un bienestar integral. "La sicología positiva impulsa a las personas a que maximicen su potencial, su capacidad de estar lo mejor que pueden estar", explica a propósito del título de su más reciente obra, publicada originalmente en inglés.
Se trata de un cuaderno de trabajo, abunda. "No es para hojear de una manera pasiva, sino que invita a involucrarse y reescribir su historia, tanto metafórica como literalmente. Pero no quisiera asustar a los posibles lectores, no es una cosa pesada, son ejercicios divertidos. Quienes los han hecho aseguran que ha sido significativa la experiencia de ponerse a escribir, a explorar su propia historia".
La publicación traduce hallazgos científicos de la sicología positiva y los explica de una forma sencilla, tanto para su entendimiento como para su aplicación. "Es maravilloso que la sicología hoy en día estudie la felicidad y creo que es importante que el mayor número de personas tenga acceso a esta información y la pueda aprovechar en su vida, a lo que creo que puede contribuir el libro", expresa la autora.
La sicología positiva es el estudio científico del bienestar, de aquellos factores que contribuyen al funcionamiento óptimo de las personas. Ayuda a llevar una vida más feliz y plena. Acercarse a este conocimiento resulta enriquecedor y una vía accesible es la lectura de un texto como éste, que lo primero que descubre es que no se trata de una ciencia para iluminados y que, por el contrario, su aplicación se basa en acciones sencillas, como las siguientes:
Ser agradecido. Está comprobado científicamente que el agradecimiento se relaciona con la felicidad.
Mantener buenas relaciones con los demás. Christopher Peterson, uno de los padres de la sicología positiva, decía que ésta se puede resumir en tres palabras: los demás importan.
Conocer sus fortalezas y usarlas. Se ha visto que las personas, si pueden usar sus fortalezas en el trabajo, por ejemplo, de manera frecuente o cotidiana, son más felices.
La actividad física. Hacer ejercicio de manera regular, como aérobico cinco días a la semana, tiene un efecto antidepresivo.
Cultivar alguna forma de conciencia plena. Desarrollar la capacidad de estar en el presente, para lo que la meditación es una buena herramienta.
De acuerdo con la experta, está comprobado que estas prácticas ayudan a las personas a ser más felices. Si bien no se atreve a decir que la felicidad es el fin último de la existencia, confirma que es algo que la mayoría de las personas anhela. "Si entendemos felicidad como estar alegres o disfrutar de los placeres, a lo mejor no es una vida muy significativa. Como se entiende desde la sicología positiva, la felicidad abarca el gozo, los placeres, la alegría, pero también el tener una vida con sentido, con propósito, trascendencia. Visto de esta manera, sí se vuelve un fin más justificable. Como es una experiencia de vida, la herramienta para ser feliz, es uno mismo", concluye.