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Federer frente a Connors, dos leyendas del Abierto de EU

El tenista suizo Roger Federer podría romper la marca de Jimmy Connors, quien ganó 5 Abiertos de Estados Unidos. Entre estos dos grandes edificios del tenis está el exacto Pete Sampras, nacido tres años antes de que Connors deslumbrara al mundo.

En el deporte todo es macabra memoria y sutil coincidencia. En 1974, Jimmy Connors logró el primero de sus cinco US Open. Ahora, 40 años después, Roger Federer puede romper su marca (que comparte con otro astro, Pete Sampras) en Nueva York. Un hecho que dignifica a una de las máximas expresiones del tenis de todos los tiempos.

Connors, una futura estadística, ya sufrió en alguna ocasión del arrollador paso del suizo. Éste rompió su récord de más semanas consecutivas como número uno del mundo. Jimbo, como se le conoce en la enciclopedia, arribó a la cima en julio de aquel año espléndido en el que ganó tres torneos de Grand Slam: Australia, Wimbledon y el US Open, y otros 11 de menor rango. Rebelde siempre, peleó por su libertad ante la Asociación de Tenistas Profesionales, a la que vio como un sindicato.

Luego tuvo que asimilar su afiliación y logró establecer una carrera única: 109 títulos ganados en toda su carrera, una marca lejana para los 80 de Federer, amo supremo en casi todas la categorías.

Es cierto que entre ambos existe un abismo en grandes torneos. Federer suma 17; Connors se quedó en 8 (nunca ganó en Francia). Pero lo que vale la comparación es la época. Jimbo debatió la cancha contra grandes tenistas: McEnroe, Borg, Ashe, Rosewall, Newcombe, Vilas, Gerulaitis, Nastase y Lendl, enormes jugadores del deporte blanco. La consolidación de la ATP se debió, en gran medida, a esa generación que se repartió a lomo el mapa del tenis. Federer ha tenido como gran rival a Nadal y, en los últimos años a Djokovic. No menores, desde luego.

La constancia fue la gran virtud de Connors. Jugó más de mil 500 partidos, de los que perdió apenas 278. Otros tiempos del tenis, esa labor conquistada con su poderoso revés a dos manos le valió una suma de un poco más de 8 millones de dólares. Nada que ver con la fortuna de Federer, 10 veces mayor.

Entre estos dos grandes edificios de la historia se encuentra el natural y exacto Pete Sampras, nacido tres años antes de que Connors deslumbrara al mundo. El descendiente de griegos, logró su pentacampeonato en Nueva York, entre 1990 y 2002, cuando Federer ya era el saludo de su propia leyenda.

Si pudiera verse el video del tiempo, el televidente se daría cuenta de la evolución del juego. La nostalgia es la herramienta del tiempo. La belleza del juego de Roger Federer, lo mejor que le ha sucedido a este deporte en su siglo y medio de existencia, no hubiera sido posible sin los arranques rebeldes de Connors y la perfecta postura de Sampras. En este fin de semana, el suizo puede acumular un Grand Slam más y quedarse solo en la lista de trofeos del gran torneo estadounidense. Federer asiste, otra vez, al récord en el país del récord.

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