Después de 130 años, el nombre de la joven que recibió el lóbulo de la oreja que Vincent Van Gogh se cortó en 1888, ha salido a la luz. Se trata de Gabrielle Berlatier. Una prostituta de escasos 18 años, que trabajó en el burdel Rue du Bout, d'Arlés.
Así lo dio a conocer ayer The Art Newspaper, un medio especializado que difundió el hallazgo de la historiadora del arte Bernadette Murphy, autora del libro Van Goghs Ear: The True Story (La oreja de Van Gogh: la verdadera historia), publicado por Chatto & Windus la semana pasada.
El título fue presentado en el contexto de la exposición Al borde de la locura, que se alberga en el Museo Van Gogh, en Ámsterdam, y que despliega una reflexión sobre los últimos días del pintor pos
impresionista.
Murphy -señala The Art Newpaper- escribió que había prometido a los descendientes de Gabrielle discreción sobre su identidad. "Hasta que tenga la autorización de la familia para revelar su apellido, respetaré su deseo y lo mantendré en privado". Y así lo hizo.
La autora detalló que encontró la historia de Gabrielle al revisar el archivo del Instituto Pasteur de París. La chica había sido mordida por un perro con rabia y tuvo que entrar al burdel a consecuencia de los altos costes de su tratamiento. Trabajaba también en el Café de la Gare, donde habría conocido al pintor, que padecía esquizofrenia.