Al ofrecer hoy una charla en el Claustro de Sor Juana, "Viviendo con Efraín Huerta. Recuerdos de mi padre", en el marco del centenario de su padre, Raquel Huerta-Nava aseveró que falta mucho por investigar sobre la obra periodística de su papá, por lo que actualmente y desde 2013 está empeñada en sistematizar su legado.
Huerta-Nava comenzó recordando que en su infancia fue común ver en su casa, casi como parte de su familia, a destacadas personalidades de las letras, el arte y la cultura, como Nicolás Guillén, Jaime Sabines y Mario Benedetti, entre otros. El evento convocó a decenas de estudiantes, profesores y público en general.
En el marco del centenario de "El gran cocodrilo", su hija aseguró: "Mi padre nunca se dio la importancia que tuvo como escritor, como poeta y como periodista. Odiaba los reflectores y el protagonismo, tal vez por eso, junto con mi madre, enseñó a sus hijos a trabajar, para que no se convirtieran en 'juniors' que vivieran a sus expensas y se abrieran camino en la vida".
La también poeta se ha echado a cuestas una nueva responsabilidad: Recopilar, sistematizar y digitalizar la mayor cantidad de información sobre su padre y, principalmente, de sus columnas, artículos, ensayos, reportajes y obra poética, para crear una suerte de archivo personal.
"En 2013 comencé a investigar. Actualmente preparo la tercera antología. Las dos anteriores ya están en proceso de impresión. La tarea consiste en recabar todo lo que él escribió como poeta, crítico social y periodista político", señaló, a la vez que añadió: "La tercera pieza antológica llevará el título de 'Canción del alba'".
Informó que a poco más de tres décadas de su fallecimiento, la obra poética de Efraín Huerta está prácticamente compilada, aunque falta rastrear los escritos y columnas periodísticas como "El Periquillo", suplemento cultural del ya desaparecido diario gubernamental "El Nacional", cuna de grandes periodistas.