After Office

Porque los guiones y la fotografía también valen

Los nominados a estas categorías no atraen los mismos reflectores que los actores o directores, pero su participación es igual de valiosa y decisiva para que una película sea trascendente. En esta edición del Oscar, Emmanuel Lubezki vuelve a estar nominado. 


Los guionistas, clave para un buen filme

Los guiones son el alma de una película. Es allí donde reside el corazón de la historia y los detalles que las convierten en maravillosas o deplorables. 

Este año hay guiones notables, comenzando por el de Birdman, del mexicano Alejandro González Iñárritu, el cual está contagiado, de cierta forma, de la narrativa del escritor estadounidense Raymond Carver. 

Un diálogo impactante, una escena montada con el más mínimo detalle, proviene de la mente de los escritores. Un buen guión siempre será la base para realizar una película excepcional y en los últimos años la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas se ha visto más audaz al momento de premiar a los autores de los mejores guiones.

Películas como Her, Juno, Django Unchained, Midnight in Paris, Little Miss Sunshine recibieron este premio en años recientes. Fue un justo premio de consolación para estos filmes que dejaron huella.

Para la edición 87, en el apartado de mejor guión original la competencia es fuerte y parece estar centrada en tres obras que destellan originalidad. Birdman fue creada por las plumas del mexicano Alejandro G. Iñárritu, Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris, Jr. y Armando Bo, que en tono de comedia negra retrata las vicisitudes de un actor que personificó un Superhéroe y trata de montar una obra en Broadway.

Richard Linklater es el creador total de Boyhood, escribió y dirigió la cinta que retrata la vida familiar de Mason, con el plus de que utilizó el mismo grupo de actores durante 11 años. La tercera favorita es El gran hotel Budapest, escrita por Wes Anderson y Hugo Guinness, una estupenda cinta que combina varios géneros con una fresca narrativa sobre las aventuras de un entrañable conserje.

Las otra dos nominadas son Foxcatcher (E. Max Frye and Dan Futterman) y Nightcrawler (Dan Gilroy) que no parecen tener mayores opciones de triunfar a pesar de la calidad de sus argumentos.
En la categoría de mejor guión adaptado los nominados son: Inherente vice (Paul Thomas Anderson), The theory of everything (Anthony McCarten), Whiplash (Damien Chazelle), American Sniper (Jason Hall) y The imitation game (Graham Moore).

En este caso se trata de versiones que salieron de las páginas de un libro y el reto es hacer que los espectadores se sientan identificados con la versión cinematográfica, por la calidad de sus autores aquí el ganador seguramente no causará polémica.

¿Y la fotografía?

Aunque a muchos mexicanos les gustaría que Emmanuel Lubezki se llevara el Oscar, es poco probable, al menos si se toma en cuenta la historia de estos premios, en los que es raro que alguien obtenga la estatuilla en la misma categoría en dos ediciones seguidas, y el año pasado el mexicano se la llevó por Mejor fotografía en Gravity, de Alfonso Cuarón.

Con tal salvedad, el mexicano es el más reconocido de los contendientes. Ha recibido más de 16 premios de diversas instituciones internacionales –entre ellos tres Arieles-, llega a la competencia este año con las distinciones de la American Society of Cinematographers, BAFTA, Choice Movie Award y National Society of Film Critics por la misma cinta.

Con una carrera desarrollada primordiamente en Estados Unidos, el de Lubezki es un nombre que ha estado presente en los reconocimientos de la Academia, con cinco nominaciones desde 1995, cuando -también con Cuarón-, fue candidato al premio por A Little Princess. Luego le siguieron Sleepy Hollow (1999), The New World (2005), Children of Men –otra vez con Cuarón- (2006), The Tree of Life (2012) y en esta ocasión, por Birdman, del mexicano Alejandro González Iñárritu.

Otro favorito de la industria es el inglés Roger Deakins, cuyo trabajo en Invencible, no ha sido premiado aún. Al menos una treintena de títulos ente reconocidos y taquilleros confirman su currículum y le han valido 15 nominaciones a diversos reconocimientos.

Es conocido por su colaboración con los hermanos Coen (Fargo, The Big Lebowski, Barton Fink y The Man Who Wastn't There, esta última en blanco y negro) y por filmes de acción como Skyfall. Ha recibido el BAFTA en tres ocasiones e igual número de premios de la American Film Society, además de dos Satellites.

Dick Pope, de la película a color Mr. Turner llega al certamen sin ningún Oscar en su haber y pero su labor en esta producción ya se llevó con un Vulcan del Festival de Cannes. Sin embargo, desde 1990, el británico ha acumulado 15 reconocimientos internacionales, entre ellos por The Illusionist.

La cinta polaca Ida, de Paweł Pawlikowski –candidata a Mejor Película Extranjera- llega con cinco nominaciones internacionales y premios a la mejor fotografía, un crédito compartido. El manejo de la luz estuvo a cargo de Lukasz Zal (quien sobretodo ha fotografiado documentales) y Ryszard Lenczewski.

El trabajo de esta mancuerna en Ida ha acumulado siete reconocimientos: obtuvo el Spotlight de la American Society of Cinematographers y el premio del San Francisco Film Critics Circle. En Europa, la cinta recibió el premio del Cine Europeo; también ganó en el Festival Internacional de Cine de Minsk, en el Festival de Cine de Gdynia y el Festival de Polonia Camerimage.

Quien llega con el menor número de medallas al Teatro Dolby es el estadounidense Robert Yeoman por la película The Great Hotel Budapest, de Wes Anderson, a quien poco le importa que su fotógrafo de cabecera sólo tenga un premio en su haber. Lo ha contratado para todos sus filmes.

Yeoman ganó un Independent Spirit Award por el clásico del cine independiente estadounidense Drugstore Cowboy, de Gus Van Sant (1989), pero su oficio queda de manifiesto en 42 largometrajes filmados desde 1983, entre ellos CQ (2001), The Darjeeling Limited (2007) y Moonrise Kingdom (2012).

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