After Office

Polonia se deprime ante un Portugal sobrado de suerte

Portugal se hace de los cuartos de final sin ganar un partido en esta Euro 2016. Y sin decoro. Una de las peores tardes de Cristiano con su Selección pasará desapercibida porque el boleto se consiguió a como dio lugar.

Es mentira que el futbol es noble, incluso justo. No lo ha sido desde siempre. Allí en donde dice triunfo o pase a la siguiente ronda no necesariamente indica que lo haga el mejor en el césped. Portugal se hace de los cuartos de final sin ganar un partido en esta Euro 2016. Y sin decoro. Una de las peores tardes de Cristiano con su Selección pasará desapercibida porque el boleto se consiguió a como dio lugar, esa última instancia procesal a la que llaman penales.

Polonia se despide del certamen con más atributos, pero ya ha enseñado muchas veces Italia que tampoco el juego más lindo deba ser siempre el más premiado. Al resultado le importa poco la estética.

Es cierto que los polacos contribuyeron en las formas. Luego de un intenso primer tiempo, en el que realizaron dos o tres jugadas exquisitas, románticas y alegres, cayeron en el complejo Zelig y se volvieron tan aburridos y predecibles como sus rivales. El tedio gobernó el encuentro durante gran parte de la segunda vuelta.

El relato de la noche se alimentaba con los gestos de impotencia del 7. Errático, siempre a destiempo, sobrado de músculo, el líder portugués jugó en su propia dimensión.

Un acierto ante el arco de Cristiano hubiera bastado para darle rumbo al encuentro que navegó siempre entre la tensión y la sobreprotección. En esta colección de empates portugueses (venció a Croacia en tiempo extra y ayer a Polonia en la ruleta rusa) el astro ha anotado dos goles; ese detalle ejemplifica la medianía portuguesa. Lo suficiente le parece mucho para avanzar en el justificado enunciado: lo que el importa es el fin.

El desastre puede medirse así: Portugal es el equipo que más disparos totales ha realizado de los 24 que dieron forma a la cumbre. De los 95, solamente 30 fueron al arco. El resto, afuera o bloqueados. Sí, tiene intención de darse a notar en la puerta rival, pero desordenadamente. Así quedó en claro, sobre todo, en el duelo ante Hungría, a la que no superó en ningún campo, de la estadística o de la estética.

Ahora los portugueses esperan al ganador de hoy entre Bélgica y Gales, cuyos promedios de goles por partido son de dos (como los de Alemania, Francia y la ya eliminada Hungría). Los defensores del "candado" emitirán un veredicto: Italia en el 70 a la segunda ronda con un gol y luego llegaron a la final. Y en el 82 con tres empates y fueron campeones. Sí, en Italia hasta la destrucción tiene estilo.

También lee: