After Office

Política cultural, sin cambios

La comunidad cultural ve en la llegada de María Cristina García Cepeda a la Secretaría de Cultura una garantía de continuidad. Enrique Peña Nieto ha optado por mantener la posición dentro de la cancha cultural, afirman.

Enrique Peña Nieto ha optado por mantener la posición dentro de la cancha cultural, al nombrar a María Cristina García Cepeda como sucesora de Rafael Tovar y de Teresa -quien falleció el pasado 10 de
diciembre- al frente de la Secretaría de Cultura federal.

En general el nombramiento anunciado ayer ha sido bien recibido dentro del medio. Artistas, gestores y funcionarios observan en la designación de Maraki -como le llaman sus amigos-, saliente directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), una garantía de continuidad política que deberá consolidar el proyecto de la incipiente Secretaría. Y es que, a poco más de un año de su creación (septiembre de 2015), la dependencia tiene aún grandes lagunas, entre ellas el nombramiento de sus dos subsecretarios: el de Desarrollo Cultural y el de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura.

Además del carácter conciliador de quien fue cercana colaboradora de Tovar y de Teresa en sus diversas gestiones dentro del sector, miembros de la comunidad cultural destacan su conocimiento del servicio público y del ámbito de la cultura, el cual enfrenta retos como el recorte de 21.1 por ciento al presupuesto federal para el ejercicio de este año, entre una larga lista de asuntos que aguardan resolución.

"Era una decisión esperada. María Cristina cubre muy bien el perfil que se necesita en la Secretaría de Cultura. Viene con mucha experiencia de atender temas sindicales y presupuestales en el INBA. No sólo es una funcionaria de gobierno, sino de Estado, y no sólo de un sexenio. Creo que le va a dar mucha continuidad al trabajo que hizo Tovar y de Teresa", opina el economista Ernesto Piedras, experto en economías creativas.

"Es una mujer que conoce el sector. Ha estado involucrada en muchos procesos y eso le ayudará a conducir de manera adecuada la política cultural del país como una política de Estado", coincide el diputado morenista Alfonso Suárez del Real, miembro del Consejo Redactor de la Ley de Cultura en México. "Estamos complacidos porque se trata de una persona con una trayectoria reconocida. Es una colega comprometida y con una experiencia extraordinaria. Era colaboradora directa de Tovar, por lo cual podemos afirmar que habrá una continuidad en la política de trabajo", señala Ricardo Calderón, director del Centro Nacional de las Artes.

El escritor Jorge F. Hernández celebra que el Presidente haya designado a una persona con un perfil profesional como el de García Cepeda, y ve como una ventaja que esté familiarizada con los procesos de creación del organismo a su cargo.

"Me preocupaba que nombraran a cualquier político, al ser un puesto de gabinete. Ella tiene una trayectoria comprobada en la cultura, que es precisamente lo que nos va a salvar. Aunque tenga muy poco presupuesto y muy poco interés de sus altos jefes, es muy probable que pueda abonar y sacarle provecho al tesoro cultural de México con dignidad".

El cineasta Arturo Ripstein, quien asegura conocer a la funcionaria desde hace muchos años, destaca su integridad.

"La ventaja es que ella sabe quiénes somos, quién es la gente involucrada en las tareas", dice.

Piedras considera que el nombramiento de Maraki brinda certidumbre. "Sobre todo en la época en que vivimos, con los trabajos sobre la Ley de Cultura y los recortes presupuestales. Se deben encontrar nuevas formas de presupuestar; hemos caído en el modelo de limosnear unas monedas para el sector y no debe ser así. Mucho menos para un sector que aporta el 7 por ciento al PIB.

"Creo que Cristina tendrá una gran oportunidad para abrir un capítulo económico en el sector. Es hora de ganar en el campo de la seguridad social para los trabajadores de la cultura y, por supuesto, para los creadores. Y otra cosa muy importante, que ya había venido trabajando en el INBA: implementar un servicio civil de carrera dentro de la cultura. Igual que en la diplomacia con el servicio civil y el servicio exterior.

Para Santiago Taboada, presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, lo más urgente es terminar los pendientes que hay tanto en el Congreso como en la Secretaría, entre ellos la largamente postergada elaboración de la Ley de Cultura.

"Es importante trabajar de la mano con Maraki para que la legislación tenga una repercusión verdadera en el país. También están pendientes el cumplimiento del reglamento de la Secretaría y el nombramiento de los titulares de los dos institutos: INAH e INBA. Es necesario establecer una mayor coordinación para evitar más recortes. Debemos establecer cuál será el papel de la dependencia ante esta problemática económica y social".

El legislador panista trabajó de cerca con García Cepeda en las mesas de trabajo que tuvieron lugar el año pasado para la redacción de la iniciativa de Ley de Cultura, en las que, afirma "ella fue esencial". "Estoy seguro de que trabajaremos juntos para evitar más recortes e incluso lograr un incremento presupuestal para el siguiente ejercicio fiscal".

Para la gestora cultural Isthar Cardona, falta ver si García Cepeda puede recuperar la confianza del sector cultural y si es capaz de poner a la cultura en la agenda pública. "Eso dependerá de qué posición asuma en su defensa por el presupuesto".

Con información de Eduardo Bautista, Lizbeth Hernández y Rosario Reyes.

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