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Plata mexicana, artesanía para presumirle al mundo

Cinco joyeras mexicanas exhiben y ponen a la venta, a partir de mañana en la Ciudad de México, algunas de sus mejores creaciones con las que han destacado en el mundo.

Para poder transmitir hace falta sentir. Emoción y creación van de la mano al realizar piezas artesanales. La joyería no es la excepción. Sus artículos cuentan historias y homenajean al material del que están hechos: plata mexicana.

Contemporáneos, clásicos y de inspiración nacional, cinco diseñadoras presentan sus trabajos mañana en la terraza del Hotel Habita, en un evento organizado por Puramente, empresa enfocada en comercialización y distribución de joyería mexicana exclusiva.

El común denominador es la calidad de sus piezas, mismas que han sido parte de la exhibición de diferentes museos en el mundo, como el Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid, o el de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).

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"La inspiración la encuentro en la naturaleza, en sus formas; mi joyería es un homenaje a este país. Tiene un ADN mexicano", afirma Flora María, quien expuso en el Museo Tamayo, en el marco del Design Week México 2016.

Nació en una familia de joyeros, por lo que el gusto por el metal y las piedras preciosas lo trae de casa. Tiene más de 30 años diseñando, pero asegura que su ambiente es tan competitivo que la necesidad de reinvención es constante.

Las últimas colecciones que ha creado la han acercado mucho más a artesanos y pequeños productores. Se ha involucrado en el rescate de reservas naturales como la de la Biósfera El Triunfo, un bosque de niebla ubicado en el corazón de Chiapas. Ahí imaginó instrumentos musicales que surgían de los árboles, los cuales transformó en joyas de plata a las que añadió ámbar, perlas y lapislázuli.

"Tengo una necesidad por devolver lo que se me ha dado. El 10 por ciento de las ventas de esta colección se destinan a un fondo para la preservación de esa reserva", comparte.

La talavera poblana también es transformada en joyería en los talleres de Flora María. La colección que presentará mañana se llama Retórica. Los aretes y collares que la componen emulan el plumeado del pincel sobre las piezas de talavera.

"Nuestros diseños son admirados y valorados en el mundo. Se han abierto espacios de exposición como el del Museo Reina Sofía, pero hay que trabajar mucho más para que detone en el panorama internacional", añade.

El precio de venta de sus piezas oscila entre los 300 y 15 mil pesos. También comercializa sus productos en la Plaza Gran San Ángel, el Pasaje Polanco, en sus tiendas en San Cristóbal de las Casas Chiapas y en Guadalajara.

De niña, Cynthia Serrano veía a su madre pintora y escultora trabajar en su taller. La televisión no existió en su infancia, en lugar de ello tenía clases de bordado o pintura en cerámica. Ese universo en el que su mamá se sumergía con gusto a crear se quedó grabado en su memoria. Creció y estudió Veterinaria, profesión que ejerció durante más de 10 años, aunque siempre tuvo un espacio de creación propia para darle forma a su imaginación.

Lo que comenzó como un pasatiempo en el que vendía sus piezas a amistades y familiares la llevó a convertirse en empresaria y artesana. Dejó la veterinaria y durante tres años ejerció como sobrecargo para ganar dinero suficiente y montar su propio taller. Sus deseos se cristalizaron durante los viajes que hizo alrededor del mundo.

"Me dedicaba a ver vitrinas, comprar libros de joyería, ir a exposiciones en el mundo. Mi formación es autodidacta, me he nutrido de lo que he visto y ello me permitió definir mi estilo", dice quien está catalogada como una de las joyeras de inspiración urbana más sobresalientes de su generación.

Después de pasar muchos filtros y entrevistas, su colección fue elegida en 2013 para ser parte de Destination México, colectivo de artesanos mexicanos que exhibió y vendió sus piezas en el competido universo que es el MoMA.

"Insistí muchas veces. Fue el empujón que me hacía falta para darme cuenta que tenía talento comercial para esto. A partir de ahí nació mi marca", explica.

Su trabajo ha tenido gran aceptación. El tejido con cuentas de plata es su sello particular. Hoy tiene un taller en Mixcoac que abastece a museos (Franz Mayer, Antropología y Del Barrio, en Nueva York), establecimientos duty free, boutiques de hoteles y joyerías; también vende en el Palacio de Hierro, en el Pasaje Polanco y en su página web (www.tallerserra.com).

Sus piezas alcanzan los 15 mil pesos y tienen una alta demanda.

FIESTA Y VENTA
En el Hotel Habita (Presidente Masaryk 201, Polanco), mañana a partir de las 18:00 horas, las diseñadoras ofrecerán guía y consejo a los compradores.

Se unen al quinteto de expositoras Dalia Pascal, Leticia Llera y Geraldina Herrera, reconocidas por The Silver Institute con el distintivito Designers of Distinction Award, por la calidad y exclusividad de sus diseños.

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