After Office

Perfumes con el dulce olor del dinero

La industria de la perfumería se mueve, en gran parte, gracias a las fragancias de los artistas. La banda juvenil One Direction es el claro ejemplo. Sus más recientes perfumes han causado sensación en todo el mundo. 

La fragancia floral Our Moment, de la boy band británica One Direction, demostró que los perfumes de celebridades que son más baratos pueden competir contra las grandes marcas.

En 2013 rompió récord al convertirse en el fast selling perfume de la historia. Antes de salir a la venta ya contaba con más de 20 mil pedidos y en un par de días recaudó más de medio millón de dólares y había vendido más de 180 mil botellas. Además obtuvo un reconocimiento en los prestigiados premios organizados por Fragrance Foundation.

Tras el éxito, la agrupación lanzó otros dos, That Moment y el cítrico You & I, que salió a la venta a finales del año pasado. Ostentar su nombre en algún producto se ha convertido en sinónimo de dinero; los jóvenes son de los pocos artistas que al año obtienen ganancias de mil millones de dólares por ventas de discos, conciertos y mercancía.
Tener una marca de perfume se ha convertido en la forma más fácil y cómoda de ganar dinero para los artistas, ya que no sólo les pagan contratos de 3 a 5 millones de dólares por prestar su nombre, sino que también se llevan seis o siete por ciento de ganancias, según datos de Hollywood Reporter.

La industria del perfume, coloquialmente llamada The Juice, es una industria que genera más de 30 mil millones de dólares en el mundo, y se estima que de esas ganancias, las firmas ligadas a una celebridad producen alrededor de 5 mil millones.

Uno de los casos más sonados es el de Jennifer López, quien en 10 años ha ganado nada más por su marca de perfumes más de 80 millones de dólares.

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