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Paul George, en rol protagónico con Pacers

El guardia Paul George supera la baja expectativa que se tenía de una baja en su nivel de juego tras una fractura expuesta de tibia y peroné, al mantenerse como el líder de los Pacers de Indiana.

El video de Paul George que tiene 4.2 millones de reproducciones en YouTube, no es de sus encestes, sino el de la lesión que sufrió en agosto de 2014, durante un partido interescuadras de la Selección de Estados Unidos que se preparaba para el Mundial de Basquetbol de ese año en las Islas Canarias, España. El guardia de los Pacers saltó, bloqueó un tiro a James Harden y cuando quiso apoyar su pie izquierdo en la duela, se encontró con la base del tablero, que hizo que su pierna se quebrara.

El diagnóstico fue una fractura expuesta de tibia y peroné de la pierna izquierda, la cual lo dejó ocho meses fuera de las duelas y ocasionó que se perdiera 76 de 82 juegos de la temporada 2014-15 de la NBA. De acuerdo la cadena CBS, en una nota publicada en agosto de 2014, la fractura limitaría su desempeño cuando regresara a la actividad, pero el basquetbolista registró un mejor promedio de puntos por partido en las dos campañas siguientes (2015-16 y 2016-17).

"Cuando un atleta supera su rendimiento a comparación del nivel que mostraba antes de este tipo de lesiones, significa que superó la recuperación física y mental. Muchos deportistas de alto rendimiento sienten inseguridad de hacer los mismos ejercicios con los que se lesionaron o los hacen con menor intensidad a comparación de los que hacían antes. Si se lastimó al saltar, se puede reflejar en cómo obtiene los rebotes o en los robos de balón", explica el doctor Héctor Tlatoa, con especialidad en medicina deportiva por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

George tampoco vio afectado su rendimiento en rebotes. En las dos campañas posteriores a la fractura promedió 7.0 y 6.3 por partido, cifras cercanas a los 6.8 que marcó en la temporada 2013-14. En robos de balón registró, en los últimos dos años, un promedio de 1.9 y 1.5 por encuentro, números que ya había alcanzado en su carrera.

Tlatoa destaca que al ser una fractura expuesta, a diferencia de una convencional, surge una problemática adicional en los cuidados posteriores, debido a que en el momento en que el hueso salió de la piel, se contaminó con los microrganismos del medio ambiente y que se le debió de meter un compuesto de osteosíntesis -material metálico que sirve para fijar los huesos- para que sanara.

"En un lapso de tres y cinco años se tiene que retirar este material, porque de lo contrario el cuerpo lo rechazará y podría causarle problemas en su organismo", agrega el también académico.

Aunque George no ha tenido lesiones en la tibia y el peroné en su pierna izquierda, existe el riesgo, según Tlatoa, de que se vuelva a lastimar nuevamente, debido a que la zona afectada se vuelve frágil tras la operación y la recuperación.

"La resistencia se vuelve menor a comparación de cómo estaba inicialmente, es algo que está fuera de las manos del basquetbolista, pero lo que sí puede controlar es su mentalidad. Porque si no es fuerte en ese sentido, puede jugar a un ritmo menor que los rivales y estos pueden lastimarlo en alguna acción natural del juego", agrega el experto.

PIEZA NECESARIA
Antes de que Paul George llegara al equipo (temporada 2010-11), Indiana registraba cuatro años consecutivos sin calificar a playoffs. Coincidió que en su campaña de novato, la organización volvió a la postemporada, tendencia que repitió hasta la 2014-15, en la que el californiano se perdió la mayoría de los juegos porque se encontraba en rehabilitación. Superada su lesión, el guardia volvió a la titularidad y permitió que los Pacers lucharan nuevamente por el título.

En la presente campaña, la organización tiene récord de 33-31, se encuentra en sexto lugar de la Conferencia Este y tiene posibilidades de clasificar. George tiene un rol protagónico, en el que además de ser el líder en puntos del equipo, también es el segundo mejor en rebotes y el tercero en asistencias. Además, es el elemento que más minutos promedia por partido, con 35.

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