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Palacio de sal, los muros perfectos para descansar

En Bolivia existe un hotel lujoso y exclusivo construido a base de sal donde los visitantes podrán disfrutar de una experiencia inolvidable. 

Como podría imaginarse en un profundo sueño, el Salar de Uyuni, un destino natural parecido a un espejo, es un desierto de sal que resguarda una muestra del ingenio humano, al ofrecer un lugar de descanso para los visitantes con una característica única en el mundo: el Palacio de la Sal, construido totalmente con el elemento protagonista de los 4 mil 500 metros cuadrados del entorno se edificó este inmueble con las comodidades de la hotelería moderna.

Grandes bloques de sal resguardan el descanso de los clientes más exclusivos. Paredes, pisos, techos, sillas y decoraciones están hechas con base en este material. Recientemente ha sido remodelado para dar mayor hospitalidad y promover la mejor experiencia a los 6 mil visitantes que recibe aproximadamente al año.

Sus 30 habitaciones tienen una estructura similar a un iglú. Cada una cuenta con camas hechas totalmente con cubos de sal, calefacción y baño privado. La noche en este destino de ensueño cuesta alrededor de 135 dólares.

El bar del hotel, totalmente diseñado y decorado con el estilo característico, da paso a la experiencia de la sala de juegos en una mesa de billar con patas de sal, y para brindar, lo puede hacer al calor de una chimenea.

La exclusividad se hace presente en el espacio destinado al comedor, el cual presume carnes de llama y cordero de la región. Como un toque extra, los comensales tienen la oportunidad de degustar la especialidad de la casa: pollo a la sal.

Para los amantes del deporte, durante la temporada seca del Salar, de mayo a noviembre, se encuentra abierto el campo de golf con nueve hoyos en un recorrido de 3 mil 693 metros sobre una superficie de costra salina. El green es de sal granulada y sal semifina.

El campo fue diseñado por el arquitecto Christian Pensu. Para tener acceso debe solicitarse con un mes de anticipación y un costo adicional.
La primera construcción del hotel fue en 1998, la cual tuvo desde su creación como objetivo brindar a los viajeros que visitaban el Salar, un lugar donde el equilibrio entre la naturaleza y el paisaje que lo rodea. En 2004, el Palacio de la Sal fue trasladado al Este del Salar en la costa de Colchani a escasos 25 kilómetros de la ciudad de Uyuni.

Como valor extra, los huéspedes tienen la oportunidad de observar en el mes de noviembre diversas especies de flamingos, cactus de hasta 10 metros de altura y visitar las momias de más de 3 mil años que se descubrieron en una de las cavernas de la zona.

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