After Office

No me importa ser un escritor marginal: Guillermo Fadanelli

“Sigo siendo amante de las expresiones subterráneas y de la cultura fuera del centro y del orden. Cada vez tengo menos ideas al respecto de mí mismo. Escribo y ya", sostiene el escritor mexicano Guillermo Fadanelli.

Al escritor Guillermo Fadanelli le tiene sin cuidado ser marginal o no. Esa situación, asegura, es algo que no le concierne. Así lo refleja su más reciente novela El hombre nacido en Danzing, un texto que, dice, no tiene la pretensión de llegar a ser un clásico literario, pero sí fue trabajado con el ahínco de un relojero.

"Sigo siendo amante de las expresiones subterráneas y de la cultura fuera del centro y del orden. Cada vez tengo menos ideas al respecto de mí mismo. Escribo y ya. No deseo formar parte de ninguna historia literaria y social", acota el escritor.

El hombre nacido en Danzing aborda la historia de un hombre celoso que contrata a Riquelme, un detective encargado de ofrecer los pormenores de todo cuanto sucede con Elisa Miller, exmujer del protagonista. Todo lo que ocurre en torno a ella debe ser documentado, de no ser así, las fantasías del hombre comenzarán a ser parte de Riquelme.

"En este caso, el detective toma un papel extravagante e irrisorio: una forma de decir que el vigilar a otra persona es, en esencia, un acto ridículo", afirma quien también ha escrito en revistas como Nexos, Letras Libres, Día Siete y Generación.

Autor de La otra cara de Rock Hudson (1997), Educar a los topos (2006), o Mis mujeres muertas (2012), Fadanelli reconoce que no sufre al escribir una novela. Para el también periodista, escribir es una forma de autoconocimiento y, en ese tenor, la brevedad es uno de los mayores atributos de su narrativa.

"No tengo la fortaleza ni el temperamento para escribir una historia larga: no aumentaré un nuevo ladrillo a la literatura. No tengo deseos de impresionar a nadie y creo que la brevedad y la sencillez son, hoy en día, valores estéticos reales", puntualiza.

Con la publicación de su último libro bajo el sello de Almadía, Guillermo Fadanelli confirma su vocación y se concentra en la planeación de diversos proyectos, entre los que destacan otra novela y un ensayo, pero aún se arrepiente de algo: no haberse convertido en jugador de futbol.

"Debí jugar futbol ya que fui un delantero natural y mi estatura ayudaba a la hora de atacar. No lo hice y me arrepiento. Siempre elijo mal, dudo demasiado. Cuando voy a un restaurante se me antoja más el plato del vecino. Ni modo, ¿qué voy a hacer?", comentó el escritor.

También lee: