After Office

Bauman... la modernidad ha fluído

El sociólogo polaco, padre del concepto de 'modernidad líquida', que describe la cualidad mutante de la sociedad contemporánea, falleció ayer a los 91 años en Inglaterra.

Su muerte deja a la sociedad actual en una orfandad brutal. Con Zygmunt Bauman muere una de las voces contemporáneas más agudas, que criticó con anticipación el sueño capitalista de ver globalizado al mundo, dice Alberto Constante, académico de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

El sociólogo polaco, quien murió ayer en su casa en Leeds, Inglaterra, a los 91 años, advirtió la miseria que la globalización iba a provocar, dice el académico. "Critica a la modernidad, que llega al pináculo con la globalización: todo lo que acarrea ese proyecto desde el siglo XVII hasta el XXI ha sido una especie de agonía que se ha multiplicado a sus máximas consecuencias".

Bauman acuñó el concepto de modernidad líquida para definir los tiempos que corren. "Hoy la mayor preocupación de nuestra vida social e individual es cómo prevenir que las cosas se queden fijas, que sean tan sólidas que no se puedan cambiar en el futuro", dijo al periódico español La Vanguardia en 2014.

La identidad se ve afectada por la certeza de que todo cambia de un momento a otro, explicó. "Somos conscientes de que somos cambiables y por lo tanto tenemos miedo de fijar nada para siempre".

La gran tragedia, apuntó, es que en la actualidad mucha gente quiere un cambio, pero se sabe incapaz de lograrlo. "En la sociedad contemporánea somos más libres que nunca, pero somos también más impotentes que en ningún otro momento de la historia. Todos sentimos la desagradable experiencia de ser incapaces de cambiar nada… sufrimos ahora más que en cualquier otro momento la falta absoluta de agentes, de instituciones colectivas capaces de actuar efectivamente".

Y es que, anota el catedrático de la UNAM, la modernidad líquida describe cómo todo aquello que se consideraba firme, como el concepto de familia, está muerto hace más de un siglo. "Seguimos creyendo en lo que ya no existe, como las fronteras, el estado de nación o la democracia, que si bien tendría que ser algo por lo que los ciudadanos peleáramos hasta las últimas consecuencias, dejó de ser algo viable".

A principios de 2016, Bauman apareció en el documental In the Same Boat, del italiano Rudy Gnutti (con entrevistas a pensadores y políticos como José Mujica, expresidente de Uruguay), en el que expone las ideas que desarrolló en su último libro, Estado de crisis. A pesar del entorno líquido, el nonagenario sociólogo era optimista respecto a la capacidad de acción de las sociedades contemporáneas.

"Estamos todos en el mismo barco, interconectados", advirtió en la presentación de la cinta en Barcelona, al tiempo que alertó sobre lo que nos va a suceder a todos, ciudadanos del mismo barco, si seguimos remando en la misma dirección.

"No es una profecía", subrayó. "No tengo la calificación de profeta, es la conclusión de mirar muy de cerca cómo vivimos hoy. Y no es una profecía porque aún tenemos elección, pero si seguimos así, llegado un punto podemos acabar destruyéndonos".

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