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Modales: la importancia de la etiqueta

Para que todo resulte un éxito, es necesario seguir códigos de etiqueta social que ayuden a proyectar mayor confianza y profesionalismo, asegura la experta dominicana en protocolo internacional, Lynda Rodríguez, quien impartirá un taller el 10 de marzo, a las 19:00 horas, en el Hotel JW Marriot de Polanco.

Cerrar un negocio es uno de los momentos más significativos en la vida de los empresarios. Y para que todo resulte con éxito, es necesario seguir códigos de etiqueta social que ayuden a proyectar mayor confianza y profesionalismo, asegura la experta dominicana en protocolo internacional, Lynda Rodríguez, quien estudió Educación Social en varios países de Europa.

Saber comportarse bajo las normas de etiqueta no es algo exclusivo de las clases adineradas; todo radica en la personalidad y la buena educación, agrega la especialista.

"Mucha gente piensa que la etiqueta es sofisticación, rigidez, ser postizo... Nada más alejado de la realidad. Se trata de saber tratar a las personas y desenvolverse correctamente en cualquier ambiente, ya sea un estadio, una boda o una comida con los amigos. Aunque muchos no lo crean, la clave está en utilizar el sentido común", destaca.

Sin embargo, para las reuniones de negocios, las reglas cambian. "El trato hacia los demás no lo determina el sexo. Lo que importa es el rango que ocupa la persona dentro de la compañía". Por ello, es fundamental que el subordinado sea presentado al jefe y no al revés, como muchas veces ocurre. "Si a un CEO le es presentado el secretario o el subordinado, siempre se le introduce por el nombre", precisa.

La vestimenta también es sustancial: "Un empresario bien vestido proyecta más confianza y credibilidad. En el caso de los hombres es fundamental saber elegir un traje. En mis talleres doy muchos consejos sobre qué tipo de conjunto comprar: el tamaño de las solapas con respecto a la corbata, la combinación de colores o la mezcla de los estampados entre corbata y camisa. Sobre este último punto, sugiero que el estampado más grande sea el de la corbata, para así lograr un mayor equilibrio".

La elegancia reside también en los pequeños detalles como dónde dejar el celular en una comida de negocios o quién debe pagar la cuenta. "A diferencia de las fiestas familiares o las reuniones con amigos, entre los empresarios sí se puede dejar el celular en la mesa a la vista de todos, porque en realidad se está ahí por motivos laborales; no importa tanto disfrutar el momento", aconseja Rodríguez.

Sobre el tema de la cuenta, lo más elegante –dice– es que ésta nunca llegue a la mesa y sea pagada por la persona que organice la reunión. No obstante, lo más importante es proyectar profesionalismo.
"Hay que tener serenidad a la hora de conversar, hacer uso correcto del lenguaje y establecer un contacto visual hacia el interlocutor", recomienda.

El taller de Lynda Rodríguez está diseñado para los hombres de negocios con agendas apretadas. Será el 10 de marzo, a las 19:00 horas, en el Hotel JW Marriot de Polanco; sólo consta de una sesión. Habrá una cena en la que se pondrá en práctica todo lo aprendido. El cupo es para 30 personas y aún hay lugares disponibles.

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