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México, el destino de la pelota entre el cielo y la tierra

Ligado a México desde tiempos muy lejanos, el esférico juega un papel de ritual, de esparcimiento, de cosmología. Aquí nació. La Federación Mexicana de Futbol rinde un homenaje a la pelota, forma redonda de la esperanza.

La Federación Mexicana de Futbol rinde un homenaje a la pelota, forma redonda de la esperanza. Ligado a México desde tiempos muy lejanos, el esférico juega papel de ritual, de esparcimiento, de cosmología. Aquí nació.

La pelota. Una herencia de México al mundo
representa una aportación útil en la biblioteca deportiva nacional, siempre sedienta de ofertas editoriales. En colaboración con la Cooperativa La Joplin, la Femexfut agasaja la celebración del Congreso de la FIFA y convierte al más lindo de los deportes en un asunto de pasión universal.

México es la parte de la cancha-planeta en la que se vulcanizaron las primeras pelotas para el ejercicio divino del cosmos. Desde antes, mucho antes de la llegada de los españoles, Mesoamérica era una República de estilos y recreos.

No se interrumpió la praxis durante los años de la Colonia y la llegada del futbol reforzó la devoción de los mexicanos por la convivencia litúrgica del más laico de los credos.

"La importancia ceremonial o ritual del juego puede deducirse de su profusa representación en los códices, donde los dioses están representados jugando para resolver las situaciones planeadas por algunos mitos importantes", escribió Marcia Castro Leal en El juego de pelota, obra vital en el estudio antropológico y lúdico en el mundo prehispánico.

El tomo compila fotografías (muchas de ellas fantásticas) y escritos ligados al balompié en México y en el resto de América Latina. Es, en estricto sentido, un largo viaje, de portería a portería en la vida mexicana: desde el estilo purépecha hasta el futbol femenil, ese acto de fe. El hilo conductor de esta enciclopedia del alarido es el ir y venir del destino. 

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