After Office

Mexicanos que transforman metal y piedra en obras de arte

Piezas de joyería diseñadas por talentosos mexicanos se dan a conocer a nivel internacional, a través del e-commerce, con el cual llegan a países como como Canadá, Francia, Japón y Estados Unidos.

Para gustos diversos y aventurados, la posibilidad de traer una catrina en la mano convertida en anillo, un collar hecho a partir de estructuras de metal que aprisionan y adornan el cuello de quien lo porta, o arañas y reptiles bañados en oro son parte de las propuestas con las que los diseñadores mexicanos de joyas y accesorios se abren paso en el mercado internacional.

Su trabajo detallado y original es lo que marca la diferencia. Pertenecen a una generación de creadores que encuentra la clave para desarrollarse tanto en el trabajo artesanal, como en el uso de tecnología en impresión 3D.

Georgina Prieto, Luis Omar Guerrero e Iram Murra han podido consolidar sus marcas gracias a las ventajas del e-commerce, a través del cual llegan a países como Canadá, Francia, Japón y Estados Unidos.

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'La gente antes no le tomaba importancia a los accesorios, hoy son parte de una elección cuidada que dice mucho de quién eres', asegura Prieto, de oficio maquillista y quien comenzó haciendo piezas para sus amigos. Desde hace cinco años también se desempeña como diseñadora de accesorios y está al frente de Avec Joyería.

A través de su sitio de Internet y de diversas presentaciones de su colección -como la que tuvo recientemente en Los Ángeles-, estableció lazos con boutiques de Toronto, Tokio y Francia, que han mostrado interés en comercializar sus artículos, que son realizados manualmente por artesanos.

"Ellos me comentan que el diseño mexicano es muy bueno por el detalle y los acabados precisos", señala Prieto sobre su colección, en la que resaltan diseños geométricos realizados en plata, oro, bronce, ónix y piedras preciosas, como zafiros y diamantes.

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El diseñador industrial Luis Omar Guerrero constituyó Arte Joyas en 2013, junto con Luis Berrón y Alfredo Pérez. Desde entonces se han convertido en especialistas en mejorar los procesos de producción mediante el uso de impresión en 3D, con lo que han ganado en exactitud en las piezas, que de manera manual no hubieran sido posibles.

"Trabajamos con planos y fórmulas para ser más precisos con lo que necesitamos. Primero hacemos el modelo en 3D en la computadora, se vacía a un molde y después se replican las piezas", señala sobre su proceso de producción, que incluso los llevó a ganar en 2013, el premio a la Mención Honorífica en la Primera Bienal de Plata, en el Museo Franz Mayer, por su pieza Catrina, que reproduce con detalle un cráneo con la clásica versión de Día de Muertos.

En su mayoría trabajan accesorios de plata y la tecnología les abrió un panorama creativo para dar rienda suelta a la imaginación. Otra de las piezas de las que se siente orgulloso es la reproducción de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, mismos que convirtió en mancuernillas.
Sus ventas abarcan Estados Unidos, Europa y Australia, además de todo el territorio nacional. Tienen un punto de venta en la Ciudad de México, ubicado en Avenida de la Paz 40, Altavista.

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La creación de calaveras, pero éstas inspiradas en los textos de H. P. Lovecraft, son la inspiración de la nueva colección del ex modelo y ahora diseñador de accesorios, Iram Murra.

Avecindado en Nueva York, afirma que se nutre de las modas en boga para innovar, y así fue como se le ocurrió lanzar al mercado una línea de colgantes y anillos con siluetas de insectos y reptiles.

"Para algunos quizá es repulsivo traer un bicho convertido en accesorio, pero la estética desde las que están montadas las reproducciones es elegante y apuesta a conquistar a un público diverso", explica sobre su trabajo, que es adquirido por jóvenes de 16 años y señoras de 72.

Sus piezas se fabrican en Nueva York de manera artesanal y se comercializan en su página de Internet, mediante la cual distribuye a Estados Unidos y Canadá.

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