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Mets frena el paso firme de los Bravos en Atlanta

Ayer fueron vencidos en casa por los Mets de Nueva York, pero la nueva cara del equipo tiene un gesto de ilusión. No ganaba sus tres primeros partidos de arranque de temporada desde el 2007, pero lo más importante fue su demostración demoledora ante Miami: anotó 16 carreras y sólo permitió tres.

Se supone que es un equipo en reconstrucción, al que pocos daban crédito al inicio de la temporada. Todo cambió cuando barrieron en la primera serie a Marlines de Miami, de repente los Bravos de Atlanta ganaron crédito con sus propios aficionados y con el resto de sus competidores en Grandes Ligas.

Ayer fueron vencidos en casa por los Mets de Nueva York, pero la nueva cara del equipo tiene un gesto de ilusión. No ganaba sus tres primeros partidos de arranque de temporada desde el 2007, pero lo más importante fue su demostración demoledora ante Miami: anotó 16 carreras y sólo permitió tres. Nada mal para un equipo que no tiene los grandes nombres y cuenta con el promedio más joven de edad de las Mayores: 25 años y ocho meses.

La sequía de triunfos es grande, Atlanta tiene 20 años sin ganar una Serie Mundial y sólo tiene tres apariciones en postemporada desde el 2006. Algo de lo que no debe estar orgulloso su propietario: el multimillonario Donald Trump.

El derrumbe de Atlanta comenzó con el nuevo milenio, en 1999 fueron barridos en cuatro juegos por Yanquis de Nueva York. Fue la tercera aparición de Bravos en la Serie Mundial en la última década del Siglo XX. Perdieron la de 1996 también ante Yanquis y celebraron su campeonato en 1995 al ganar en seis vibrantes duelos a los Indios de Cleveland.

De ese memorable campeón de 1995 se retiraron los números de cuatro peloteros y del mánager Bobby Cox. Atlanta jamás volverá a utilizar el número 29 del lanzador derecho John Smoltz, el 47 del zurdo Tom Glavine, el 31 del diestro Greg Maddux y el 10 del cañonero Chipper Jones.

En la temporada 1995 Smoltz, Glavine y Maddux se combinaron para lograr 47 triunfos en la fase regular. En el Clásico de Otoño el jugador más valioso fue el zurdo Tom Glavine gracias a sus dos triunfos, con una impresionante efectividad de 1.29 en promedio de carreras limpias admitidas y 11 ponches.

Ese campeón Bravos también se caracterizó por la original forma en que sus aficionados celebraban sus victorias: mientras cantaban como una tribu también empuñaban hachas que mecían al compás de la tonada.

La incipiente temporada saluda a una novena con más ímpetus que certezas. El veterano receptor A. J. Pierzynski de 38 años será el encargado de producir las carreras, mientras que los jóvenes brazos de Eric Stults, Alex Wood, el colombiano Julio Teherán y Shelby Miller tendrán que sacar los triunfos desde la loma.

En el cuadro hay talento joven con el segunda base venezolano Alberto Callaspo y el antesalista Chris Johnson. La velocidad y poder del jardinero Eric Young Jr. (jugó antes con Colorado y Mets), así como la madurez del nativo Kelly Johnson deben inyectar fuerza al ataque de Atlanta.

El trayecto es muy largo, la buena racha inicial ilusiona, pero desde el bat boy hasta el joven mánager cubano Fredi González saben que deberán jugar a tope para poder competir en buena lid frente a los equipos que han dominado la Liga Nacional en los años recientes: el vigente campeón Gigantes de San Francisco, Cardenales de San Luis, Dodgers de Los Ángeles y el caballo negro Nacionales de Washington.

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