"Memín Pinguín es mi hijo, siempre le hago los cambios que quiere, él me maneja y a la vez yo a él, como actor, es buenísimo", expresó el historietista mexicano Sixto Valencia Burgos (1934), al recibir hoy el Homenaje de Caricatura "La Catrina," en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Ante un auditorio lleno, el responsable artístico de Memín Pinguín
celebró la entrega del citado galardón y compartió con el público aspectos del personaje creado a principios de la década de los 60, así como de su lucha por el reconocimiento de sus derechos autorales y de sus futuros proyectos.
Tras reconocer que el premio entregado, "corona toda una vida", el historietista que dio dimensión y color a uno de los personajes más entrañables de la caricatura mexicana, recordó que todo comenzó como un juego hace 75 años.
"Nada me alejó del papel, de los lápices y los pinceles, muchos fueron los intentos de mi familia para desviarme de esta profesión que me apasionó y me sigue apasionando. A lo largo de estos años trabaje con el objeto de hacer bien las cosas, nunca ha sido mi intención trabajar para ser premiado, pero este momento que bien se siente, verdad de Dios", manifestó.
Valencia Burgos también se refirió a la larga lucha que pasó en tribunales para que se respetaran sus derechos de autor, con Manelick de la Parra, hijo de Yolanda Vargas Dulche, (mujer quien realizaba los diálogos de la historieta), luego de que éste utilizara los dibujos de Valencia Burgos al ser socio mayoritario de la editorial Vid a principios de los años 90.
"En mi andar como escritor he pugnado por hacer respetar la ley, del derecho de autor, es indiscutible que Memín Pinguín es uno de los personajes que más satisfacciones me ha dado como artista, pero también frentazos, pues por muchos años he tenido que luchar por el reconocimiento de mis derechos de autor", sostuvo.
"He logrado que la imagen gráfica de Memín sea de mi propiedad por el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial, sin duda un gran avance para un historietista que marcará un precedente para quien quiera hacer valer sus derechos en este campo", destacó.
Promotor de la lectura sin pretensiones, no solo en México sino en otros países de América Latina, Sixto Valencia reveló tener un par de proyectos en puerta.
"Espero que el fin de mi existencia no me sorprenda repentinamente, sin realizar un par de proyectos muy avanzados, pero si está escrito, me daré por bien servido. Espero se me recuerde como un dibujante que brindó su arte para el sano entretenimiento de las familias y que dejó un legado cultural a México", expresó.
En su oportunidad, el presidente de la FIL de Guadalajara, Raúl Padilla López, se refirió a Valencia Burgos como "una verdadera institución de la caricatura mexicana".
Indicó que con sus 372 capítulos Memín Pinguín ha sido la historieta más popular y le ha valido la fama más allá de las fronteras nacionales, el trabajo de Sixto Valencia Burgos comprende más allá que este carismático personaje.
Recordó que con la entrega de este reconocimiento, concluye el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, que desde el 2002, ha distinguido a personajes importantes del mundo de la caricatura.
Como parte del homenaje, Sixto Valencia Burgos recibió "La Catrina", una escultura de bronce que reproduce un dibujo de Sergio Aragonés (libre versión de la célebre Catrina creada originalmente por José Guadalupe Posada).