After Office

Mcllroy hace su aparición en el WGC México

Rory Mcllroy, número tres del ranking de la PGA, con su juego y la simpatía del público mexicano, superó el sofocón que le ocasionó jugar un partido con Donald Trump, y esta tarde fue uno de los más aplaudidos en el arranque del World Golf Championships México.

Javier Rosas, de cinco años, se hace un espacio en la grada para observar los tiros del grupo mejor clasificado en el heet de salida del hoyo 10 del campo del Club de Golf Chapultepec. El primero en hacer swing es Dustin Johnson, número uno del mundo, pero el infante no se une a los protocolarios aplausos del resto del público. Luego aparece Rory Mcllroy y la situación cambia radicalmente.

El norirlandés, tercero del conteo de la PGA y segundo mejor ubicado del World Golf Championships México que inicio hoy, hace un tiro aceptable que lo deja en medio del campo y lejos del césped. "Vamos Rory", grita el niño acompañado de un aplauso. Pero no esta solo, también lo acompaña el resto de su familia, dos adolescentes que se le unen y casi con unanimidad lo respalda el resto de la multitud. Mcllroy solo alza la mano y se dirige al hoyo 11.

El norirlandés tuvo dos semanas atípicas. Hace 15 días recibió comunicación por parte de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos. El mandatario quería jugar golf con él. El británico, explicó, que no tuvo más remedio que aceptar. " Solo quería ser respetuoso, no le puedes decir que no al presidente cuando te invita a jugar golf", se justifico dos días antes de comenzar el torneo en una conferencia de prensa.

Mcllroy dijo que su encuentro no quería que causara polémica. Añadió que no habló de política exterior y sí de golf. "Fue una experiencia única que no quería perderme. Había francotiradores en los árboles y gente del servicio secreto por doquier", resumió el británico, en una respuesta que abarcó poco más de cinco minutos.

Periodistas estadounidenses le preguntaron que si sabía que su encuentro causó polémica, por la debilitada relación bilateral que llevan Estados Unidos y México. Respondió con una negativa. "Nos limitamos a jugar golf y hablar sobre ese deporte", concluyó.

Sus buenos tiros se prolongaron hasta el hoyo 13 y el público mexicano no le silbó ni una vez. Pese a que en este hoyo no pudo superar una pendiente que lo alejó del green y lo limitó a conformarse con un par.

Mcllroy, con su juego y la simpatía del público mexicano, superó el sofocón que le ocasionó jugar un partido con Trump. Javier lo acompañó cinco hoyos siguientes, al igual que su familia.

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