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Los países pobres de la región no ganan pero suelen divertirse

De los 10 países que ocupan las últimas posiciones en el medallero histórico, nueve son pequeñas islas del Mar Caribe que hasta hace relativamente poco tiempo obtuvieron su independencia. Sin embargo, los Juegos Centroamericanos y del Caribe no sería lo mismo sin su festividad.

Llegan a animar la competencia con sus coloridos vestuarios y se reconoce que el ambiente no sería tan animado sin sus bailes y la pícara personalidad de la sangre caribeña que fluye por sus venas. Pero a la hora de buscar las medallas están casi siempre lejos de los podios. Los Juegos Centroamericanos y del Caribe no sería sin estos pequeños países destinados a ser los últimos de la fila.

El gigante del área, Cuba, tiene una historia gloriosa. Ha ganado tres mil 55 medallas; 53.19 por ciento de ellas son de oro. Es el primer lugar por metales dorados y segundo lugar en el total. México (que acumula tres mil 204 preseas, aunque sólo el 34.92 por ciento de ellas son doradas) sigue en el liderato en ese rubro. En el otro lado de la cancha, las cifras son poco presumibles.

De los 10 países que ocupan las últimas posiciones en el medallero histórico, nueve son pequeñas islas del Mar Caribe que hasta hace relativamente poco tiempo obtuvieron su independencia de Gran Bretaña o Países Bajos. Dominica ocupa el último lugar. No es extraño pues la isla permaneció bajo dominio británico hasta 1978. Su deporte nacional es el cricket y su Comité Olímpico fue reconocido hasta 1993.

De los 32 países que conforman el área centroamericana y del Caribe, Aruba ocupa el lugar 27. Se independizó de Países Bajos hasta 1986, año en que fue reconocido por el Comité Olímpico Internacional.
Sus principales deportes son el beisbol y el futbol, aunque no tiene ligas profesionales. Algunos de sus peloteros han formado parte de la Selección de Holanda en el Clásico Mundial de Beisbol, pero su desarrollo deportivo en general es muy bajo.

La morfología de los habitantes de las islas en cuestión, la mayoría de raza negra, al igual que en San Vicente y las Granadinas, Granada, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, Bermudas e Islas Vírgenes Británicas, les hace aptos para el atletismo, deporte en el que ha destacado Kim Collins, nativo de San Cristóbal y Nieves. Especialista en velocidad, con una medalla de oro en 100 metros en los Campeonatos Mundiales de Atletismo París 2003, y bronces en 200 metros en Edmonton 2001; en 100 metros en Helsinki 2005, y Daegu 2011, donde también obtuvo el tercer lugar con el relevo 4x100.

Sin embargo, no son deportistas como él los que se presentan en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, sino más jóvenes que buscan fogueo en espera de despuntar en un futuro no muy lejano.
El único país continental de esta lista es Belice, que también fue colonia británica mayormente poblada por descendientes de nativos y personas de raza negra debido a los asentamientos de esclavos africanos que siguieron a la colonización española.

Su deporte principal es el futbol y no destina mucho esfuerzo al desarrollo de otras disciplinas, excepto en algunas ocasiones al ciclismo, donde ha ganado las pocas medallas que suma en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

La suma de medallas de estos 10 países, 46, representa apenas el 1.5 por ciento del total que ha obtenido Cuba y sólo el .37 por ciento de medallas de oro. En Veracruz 2014, serán de nuevo buenos animadores, pero protagonistas, seguro que no. Los indicadores de bienestar casi nunca mienten cuando hablan de medallas.

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