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Los musicales que México difícilmente verá en escena

Todos los años los productores teatrales se lanzan a Nueva York y a Londres a cazar los musicales que estén marcando tendencia para adquirir sus derechos. Pero ni en Broadway, West End ni en ningún otro lugar del mundo la marquesina está asegurada.

Todos los años los productores teatrales se lanzan a Nueva York y a Londres a cazar los musicales que estén marcando tendencia para adquirir sus derechos. Pero ni en Broadway, West End ni en ningún otro lugar del mundo la marquesina está asegurada, como bien lo demostró el fracaso del título más caro de la historia, Spider-Man, dirigido por Julie Taymor y con canciones de Bono y The Edge.

En la Gran Manzana todavía existen algunos clásicos en cartelera, como El fantasma de la ópera y Los miserables; pero la ausencia de A chorus line, Cats o Cabaret muestra el interés de los productores de apostar a historias más contemporáneas, aunque algunas de ellas probablemente no funcionen para el público mexicano.

Se tiene la falsa creencia de que los musicales son historias rosas, así que cuando llega alguno con temas de sexualidad, drogas, homosexualidad o Sida, se convierten en obras de nicho y no alcanzan la taquilla esperada. Tal fue el caso de Rent, importada por Ocesa en 1999, o la pieza de puppets para adultos Avenida Q, que en su primera versión de 2008 fracasó.

Por esta tendencia, cabe esperar que en México no se lleguen a montar dos de las obras que actualmente están arrasando en Broadway: Fun Home y Hedwing and the angry inch.

Fun Home fue la ganadora del premio a Mejor Musical en la pasada entrega de los premios Tony. Además de ser la máxima ganadora de la edición de 2015 con cinco galardones, también está nominada al Pulitzer. La historia está basada en la novela gráfica y autobiografía de la ilustradora Alison Bechdel. En el musical se narran tres etapas de su vida, incluyendo el suicidio de su padre y su salida del clóset. La crítica en Nueva York la considera la primera obra musical lésbica.

Por otra parte, la ficción sobre un cantante de punk transexual Hedwing and the angry bird, basada en la novela de John Cameron Mitchel, se convirtió en una obra de culto tras su estreno en 1998 fuera de Broadway. En 2001 fue llevada al cine por el propio autor del libro. El año pasado llegó por primera vez a Nueva York protagonizado por Neil Patrick Harris, y obtuvo el Tony al mejor revival de un musical.

Los temas clásicos y de la posguerra siguen enamorando al público neoyorquino. La otra gran ganadora de la pasada edición de los Tony fue An American in Paris, basada en la película realizada en 1951 por Vincente Minnelli, padre de Liza. Esta obra es la historia de amor entre un soldado americano y una parisina.

En cuanto a las temáticas, es más probable que se presenten en el país el musical basado en la cinta Billy Elliot, que se ha convertido en un clásico del West End londinense, y la producción de Disney, Aladdin, que desde su estreno en 2011 ha logrado posicionarse en cartelera; pues tras el éxito de Mary Poppins y El Rey León, está comprobado que en México gusta más Disney que las historias de sexo, drogas y rock & roll.

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