After Office

Las bandas mexicanas van del talón a la fama


 
 
Marisol Huerta Briones
 

En la disyuntiva de dar a conocer sus propuestas dentro de la industria musical o proyectarse desde la escena independiente, las bandas de música alternativa han encontrado fórmulas, que van, como en el caso de Panteón Rococó, desde crear su propio sello, El cocodrilo solitario, con el que además de editar sus grabaciones apoyan a nuevos talentos, hasta pasar, como lo hizo la cantante Amandititita, del mainstream a la independencia, al abandonar su marca trasnacional Sony Music. Bajo su propia etiqueta, el cantante acaba de lanzar el disco Mala fama.
 
Otras agrupaciones se van por el camino comercial, por la gran demanda que van adquiriendo, o porque se cansan de administrar todo un negocio como DLD, que acaban de presentar su nuevo álbum con Sony; "significa un salvoconducto para seguir haciendo música divirtiéndonos, seguir siendo hermanos, tocando ante audiencias, regresar a lo básico, hacer más con menos", comenta Paco Familiar, vocalista del grupo creador del éxito Todo cuenta.
 
Aunque la música alternativa parece tener una camisa de fuerza en la exposición de sus propuestas, que de origen se opone al modelo establecido y a la música estandar, requiere de apoyo para impulsar a las bandas nuevas. Para ello, los festivales se presentan como una opción, coinciden Arturo Ruelas (Los Estrambóticos), Aldo Acuña (Los Malditos Cocodrilos y Maldita Vecindad), Leonel Rosales "Monel" y Román Ibarra (Dr. Shenka Panteón Rococó y Proyecto Maconha), quienes formarán parte del cartel del Doritos Urban Music & Xtreme Fest, que se realizará este sábado 16 en la explanada del Estadio Azteca.
 
En años recientes, este tipo de foros para nuevos talentos no existían, ya que a principios de los 90, recuerda Arturo Pino Ruelas, vocalista de Los Estrambóticos, eran "espectáculos colectivos, todos estos conciertos eran como ilegales, rompíamos los candados de CU y nos metíamos. Las generaciones posteriores empezaron a tener más exposición, ya luego siguieron en los festivales del Vive Latino".
 
Los festivales, asegura Aldo Acuña, bajista de Los Malditos Cocodrilos, "son espacios conquistados por los chavos, por la gente que hace música y arte. Sin embargo, se sigue desvirtuando la esencia y el concepto de un festival, porque aunque hay representación de otras disciplinas, como lo extremo, siempre va ligado de la industria y el consumo, entonces es un lastre que los jóvenes están pagando y que las empresas tiburones están ávidas. Por un lado es interesante ver en lo que se ha transformado, pero yo lo reivindico, creo que es importante que la gente tenga ese espacio, sea como sea".
 
Las promesas

Otra cita próxima es el Festival Rock Extremo, que se realizará el 14 de diciembre en el Vive Cuervo Salón, donde estará Skumbak, una banda conformada por jóvenes de 18 y 20 años, quienes se reunían en casa de un compañero para ensayar y tocaban en casas de amigos, fiestas y reuniones. Natt, que empezó su carrera en 2012 por un casting en Telehit, y ha tocado en el Plaza Condesa y el Centro de Convenciones de Tlalnepantla, donde ha sido invitados por otros artistas.
 
Para las nuevas agrupaciones los festivales se convierten en el ideal, pues estar en contacto con más músicos les abre la puerta. Los intérpretes ya colocados en la cima ven esta propuesta como acertada, mientras que para los novatos es una gran oportunidad, y esperan existan muchas más.
 
 
 
 
 

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