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La presión de aire no benefició a Patriotas

“Todos los balones son checados por el árbitro con su medidor de aire antes de empezar cada partido, asegura el ex quarterback colegial Jorge Bravo. 

Cuando la diferencia entre vencedor y vencido es mínima, los pequeños detalles suelen ser la diferencia entre el triunfo y derrota. Pero cuando la diferencia es amplia, como lo fue en la final de la Conferencia Americana ente Patriotas de Nueva Inglaterra y Potros de Indianápolis, esas nimiedades suelen no tener peso específico en el resultado.

Según Ricardo Bravo, analista de Fox Sports, los supuestos balones desinflados en el partido no significaron una descarada ventaja para los ganadores. Troy Vincent, vicepresidente ejecutivo de la NFL, dijo que la investigación en contra de los Pats continúa, después de que un reporte publicado por ESPN (que citó fuentes anónimas) dio a conocer que 11 ovoides, de 12 utilizados en el duelo, contenían menos presión de aire a la obligada. La norma establece que ésta debe oscilar entre las 12.5 y 13.5 libras por pulgada cuadrada y supuestamente los que se usaron en el día del enfrentamiento tenían dos libras menos.

"Todos los balones son checados por el árbitro con su medidor de aire antes de empezar cada partido (Walt Anderson fue el encargado de verificar la pelota dos horas previas a la patada inicial). Los jueces son los que tocan los balones antes de las jugadas. Puedo asegurar que un balón desinflado no entró al juego", dijo Bravo, ex quarterback colegial.

Cada equipo presenta 15 balones antes de iniciar cada choque, y cinco de ellos son marcados con una "P" por los réferis para que sean utilizados para los place kicks y los punts. "Si le entregas un balón ponchado al que patea, todo mundo se daría cuenta", agrega el analista, quien también deja claro que si el ovoide tiene menos aire, decae la precisión y fuerza con que se lanza, aparte de que se sacrifica el agarre. Además, la pelota que se usa es diferente cuando llueve o nieva, el pigskin es sustituida por una de material sintético.

Bill Bellichick, entrenador en jefe del equipo de Massachusetts, ya tiene el historial manchado dentro de la liga. El coach con mayor número de victorias en postemporada (21), también es el que ha recibido la sanción más alta para un estratega de la NFL por hacer trampa: 500 mil dólares de multa (más 250 mil a la institución) por espiar y grabar las señales defensivas durante un partido frente a los Jets de Nueva York en 2007.

Ayer el ex mariscal de campo Brad Johnson confesó haber cometido actos antirreglamentarios durante el Super Bowl XXXVII. El entonces comandante del ataque de los Bucaneros de Tampa Bay confesó a un diario de aquella ciudad que pagó 7 mil 500 dólares para que unas personas (cuyos nombres no fueron mencionados) "rasparan" los balones utilizados en el partido contra los Raiders de Oakland. Al quarterback de los californianos le interceptaron cinco ensayos (nunca le sucedió en temporada regular). El equipo perdedor no se quejó, tal como ocurrió en la reciente final de la Conferencia Americana.

"Johnson se aventó la locura de 'raspar' el balón para tener mejor grip, pero no es trampa. No lo es porque no hay distinción de qué equipo usa un balón y qué equipo usa otro", concluyó Ricardo Bravo.

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