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La Habana seduce...

Lugar de mucha historia y atractivos turísticos, la capital cubana vive un apogeo histórico. Después de 17 años, ayer se celebró el regreso de un equipo de las Grandes Ligas a la isla, y este viernes, los Rolling Stones ofrecerán un concierto gratuito.

La Habana hasta el derribo le viene bien, ha dicho el cantautor español Joaquín Sabina a propósito de los edificios que fueron antiguas residencias, rendidos ante el paso del tiempo; esos que abundan en la capital de Cuba y contrastan con la restauración de su centro histórico, que comenzó en 1981 y hoy luce en todo su esplendor.

La ciudad de claroscuros se convirtió en meses recientes en un sitio tan atractivo que, sólo en esta semana, ha recibido la primera visita oficial de un presidente de Estados Unidos en los últimos 88 años y será donde los Rolling Stones cierren su gira Olé por América Latina (viernes 25).

"Cuba es mucho más que La Habana, es un país muy vasto, con una personalidad muy fuerte, pero su capital es un destino central en el Caribe, tiene una gran riqueza histórica, es una ciudad que fue fundada hace 500 años y tiene una arquitectura muy particular", dice Jorge Giannattasio, vicepresidente senior y jefe de operaciones para América Latina de Starwood, la cadena hotelera que con su marca The Luxury Collection se convertirá en la primera compañía estadounidense de hospitalidad en entrar en el país en casi seis décadas.

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El Hotel Inglaterra, el más antiguo de la capital cubana, así como el elegante Quinta Avenida del barrio Miramar, serán operados por la cadena, que también firmó una carta de intención para integrar próximamente el Santa Isabel, del centro histórico, a su portafolio. "Y estamos en tratos con algunos otros", adelanta el ejecutivo.

Starwood y el propietario Gran Caribe relanzarán el icónico Hotel Inglaterra que abrió sus puertas en 1875. "Es un edificio emblemático, declarado Monumento Histórico, frente al Gran Teatro de La Habana y el Parque Central, a 100 metros del Capitolio", refiere Giannattasio, quien informa que será remodelado íntegramente en su interior, conservando la fachada por su valor histórico.

En tanto, el Quinta Avenida, que comenzará operaciones en menos de cuatro meses, se convertirá en un Four Points. "Se localiza en Miramar, la zona empresarial y diplomática, tiene alrededor de 180 habitaciones, todas muy amplias, con una piscina hermosa, spa, tres restaurantes y también va a tener un programa de renovaciones. La carta de intención la firmamos con el Grupo Habaguanex, propietario del Santa Isabel, un precioso hotel boutique en el corazón de La Habana Vieja, enfrente de la Plaza de Armas, con 27 cuartos de los cuales 11 son suites. Ahí se alojó el presidente Carter las dos veces que visitó la isla, un hotel construido a escasos siete metros del templete fundacional de la ciudad".

De acuerdo con el ejecutivo, las remodelaciones respetarán, como en otros casos de sus propiedades en el mundo, el carácter original de los edificios y estarán enfocadas en aumentar el nivel de confort y lujo. "Estamos trabajando en ofrecer un sistema de mayordomo que hoy no existe en ningún hotel de Cuba y seguramente será un distintivo de nuestra marca", comparte.

Por políticas de la empresa, afirma, no le es permitido informar sobre el monto de la inversión, "pero es lo que en inglés se denomina multimillion dollar investment".

La cadena hotelera encontró en Cuba un atractivo mercado, que había estado vedado para las compañías internacionales desde el triunfo de la Revolución. "Estaba dominado por competidores europeos y consideramos que hay un potencial enorme de desarrollo para compañías americanas, que tendrá un efecto positivo en la comunidad", asegura Giannattasio.

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