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La FIFA causa un nuevo conflicto entre Rusia y EU

¿Una Guerra Fría se asoma en el futbol? Las tensiones políticas entre estas dos naciones han crecido a raíz de las investigaciones por corrupción en el órgano que controla el futbol mundial. 

Las tensiones políticas entre Estados Unidos y Rusia aumentan conforme avanzan las investigaciones por corrupción en los altos niveles de la FIFA. Al presidente ruso Vladimir Putin nadie le quita de la cabeza que los norteamericanos están detrás de la trama. Alega que se trata de una jugada para bajar a Rusia de la organización de la Copa del Mundo en 2018. Hasta ahora, el gobierno de Barack Obama no se ha expresado en torno al tema. ¿Una Guerra Fría se asoma en el futbol?

"En esta ocasión, el mecanismo que Occidente eligió para castigar a Rusia por sus intervenciones militares en Ucrania, particularmente en Crimea, se dio a través de la FIFA", asegura Luis Felipe López Veneroni, doctor en teoría política por la Universidad de Cambridge.

Por eso Joseph Blatter, el hombre que mantiene un reinado en el futbol desde 1998, el cual extendió a partir del viernes pasado por cuatro años más, ha encontrado en Putin a su mejor aliado. Ambos tienen formas muy similares de ejercer y entender la política, afirma en su columna de El País el internacionalista José Ignacio Torreblanca. "No es de extrañar la admiración mutua: tanto la FIFA de Blatter como la Rusia de Putin han construido una inmensa red mafiosa donde nunca se sabe dónde empiezan y dónde acaban la política, el deporte y el dinero", sostiene.

"A Estados Unidos y a la comunidad europea les interesa mucho tener injerencia en Ucrania, que es el granero de Europa desde hace mucho tiempo por sus riquezas naturales e industriales", agrega López Veneroni.

Utilizar el deporte o la cultura como mecanismos de acción y reacción política es una costumbre histórica, señala el también académico de la UNAM. Sin embargo –dice– en esta ocasión no hay ideologías como en la Guerra Fría; todo es estrictamente económico y comercial.

Tanto dinero en juego ha puesto a todos a la defensiva. El primer ministro británico David Cameron –aliado incondicional de Estados Unidos en la ONU– fue claro al decir que Blatter "debe irse, y cuanto más rápido, mejor". El presidente francés Francois Hollande pidió también la salida del suizo y aseguró que "la ética es el primer valor del deporte, dentro y fuera del terreno de juego". La canciller alemana Angela Merkel no fue menos dura al comentar que "se deben limpiar las cañerías de la FIFA".

Blatter ha tomado los comentarios como ataques personales. "Yo perdono, pero no olvido", dijo en referencia al espaldarazo que le ha dado la UEFA. Enseguida, Putin lo apoyó y lo felicitó por su "profesionalidad y alta autoridad" al frente de la FIFA.

Estados Unidos y Rusia han ingresado así a un nuevo conflicto diplomático en el que las canchas son sólo un pretexto. López Veneroni afirma que nada le interesa más al gobierno de Barack Obama que aislar a Rusia, pues ésta tiene una gran influencia en Europa Oriental, la zona del Pacífico, Asia Central y Medio Oriente.

"Cualquier acción que debilite a Rusia, que ponga en entredicho sus intereses geopolíticos y sus actos de legitimidad internacional, como organizar un Mundial, son parte del nuevo arsenal con que cuenta Estados Unidos para tratar de amedrentar al que sigue siendo, con China, su principal oponente en la búsqueda por la hegemonía mundial", concluye Veneroni.

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