El actor mexicano Noé Hernández participa en 600 millas, de Gabriel Ripstein, ganadora del premio a la Mejor Ópera Prima en la Berlinale y a la Mejor Película Mexicana en el pasado Festival de Cine de Guadalajara.
Los estereotipos en cine...
He corrido con suerte de tener personajes que tienen una línea muy delgada para convertirlos en clichés, pero afortunadamente me han tocado directores que están huyendo precisamente de ello. Es todo un reto, cuesta mucho trabajo porque se vuelven estereotipos sociales.
¿Sus inicios como actor?
Me dediqué a hacer teatro; en cine llevo siete, ocho años.
¿Qué ha significado el cine en su carrera?
Primero, vivir de él, que eso lo agradezco muchísimo, porque hago lo que me encanta y vivo de mi trabajo de actor, lo que es francamente imposible en teatro. Pero implica también una búsqueda diferente, porque trabajas para una cámara, un fotógrafo, un micrófono; es otra técnica, pareciera que más simple, pero al contrario, llevarlo al naturalismo es difícil. En cine hay una máxima, que menos es más.