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Italia se luce: Bolsas ideales para el verano

La firma italiana Gherardini comenzó a venderse en el país el año pasado en Monterrey y, debido a la demanda, al poco tiempo ingresó en tiendas Palacio de Hierro de México, Guadalajara y Cancún.

No sólo de piel están hechas las bolsas finas y, para muestra de ello, la firma italiana Gherardini ha colocado en los aparadores del mundo coloridos diseños con sus materiales exclusivos softy y millerighe.

Cuando la marca inició como una pequeña empresa familiar en Florencia en 1885, se dedicó a fabricar de manera artesanal bolsas, estuches, carteras y accesorios del material tradicional de esta ciudad: la piel.

Sus productos ya conocidos en el mercado local formaron parte del llamado Made In Italy de los años 60, el boom mundial de la moda del país de la bota. Artistas y modelos comenzaron a ser vistas con las bolsas florentinas, como la modelo británica Twiggy, quien las cargaba como artículo de lujo.

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De lujo

En su búsqueda por hacer accesorios con un material más liviano que la piel y que con los años no se tornara amarillento, en la década de los 70 comenzaron a experimentar, junto con la empresa Gommatex, con fibras sintéticas (poliéster, nylon, poliuretano, etc.) para crear lo que sería la primera versión de su material emblema, softy, que al tacto es suave y flexible, resistente y, en efecto, muy liviana.

Como parte de la evolución de una marca con 100 años, la familia vendió la empresa en 1990, pero en lugar de despuntar, cayó en un bache que prácticamente la llevó al olvido; casi nadie hablaba de ella.
La suerte de esta tradicional firma cambió cuando en 2007 el grupo Braccialini, empresa especializada en bolsas desde 1954, la adquirió y desde entonces se ha dedicado a tratar de volver a posicionar sus productos de piel y sintéticos como accesorios de lujo.

Gherardini ha seguido experimentando con fibras para crear el novedoso ghe softy, material que es aún más resistente a la luz y al uso cotidiano, y el millerighe o gross, hecho de un poliuretano más espeso que simula un trenzado textil.

México a la florentina
Gherardini
comenzó a venderse en el país el año pasado en Monterrey y, debido a la demanda, al poco tiempo ingresó en tiendas Palacio de Hierro de México, Guadalajara y Cancún.

Actualmente se pueden encontrar bolsas de piel y sintéticas que van de los 3 mil a los 7 mil pesos, con los coloridos diseños que forman parte de su colección de verano. La línea inspirada en Cuba está integrada por nueve modelos, algunos clásicos de la marca, realizados en piel y con sus materiales emblemáticos, acabados en cuero, y en seis colores brillantes (acqua, papaya, geranio, cielo, orchidea, cuoio), vivos, que remiten a la calidez de la isla.

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México a la florentina

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Bolsas de piel y sintéticas

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