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'In memoriam', volverán a la luz textos de Ignacio Padilla

El titular de la Secretaría de Cultura federal, Rafael Tovar y de Teresa, ya giró instrucciones para realizar una serie de homenajes que la dependencia anunció a través de un comunicado, destaca la edición de una antología de su narrativa breve.

Era una persona muy veloz, en términos intelectuales, y con esa misma velocidad Ignacio Padilla se fue de este mundo, expresó el ensayista Adolfo Castañón.

Él, como buena parte de la comunidad cultural de México, aún no digiere la intempestiva partida del escritor, a causa de un accidente automovilístico que sufrió el pasado sábado en la madrugada, en Querétaro. De acuerdo con información publicada en diversos medios, la lluvia y una carambola provocaron su muerte. Tenía 48 años.

Para Castañón, el genio del desaparecido exponente de la Generación del Crack tiene que ver con una inteligencia alimentada por la analogía y el contraste. "(Tenía) la capacidad de poner las semejanzas y las diferencias de Cervantes y Shakespeare, del mundo contemporáneo y el de las ideas; de relacionar las partes perdidas o dispersas de la cultura y las letras contemporáneas. Es un autor que habrá que releerse".

El titular de la Secretaría de Cultura federal, Rafael Tovar y de Teresa, ya giró instrucciones para dar cuerpo al imperativo señalado por Castañón: entre una serie de homenajes que la dependencia anunció a través de un comunicado, destaca la edición de una antología de su narrativa breve.

Además, de acuerdo con Francisco Padilla, padre del escritor, la FIL Guadalajara también le rendirá un homenaje en su siguiente emisión.

Los restos de Ignacio Padilla fueron velados en la funeraria Gayosso del sur de esta ciudad, a donde acudieron figuras de las letras como Jorge Volpi, de su misma generación literaria; Ignacio Solares, Rosa Beltrán, Alberto Chimal y funcionarios culturales.

"Era una mente verdaderamente privilegiada, brillante, un hombre bien formado y con una gran sensibilidad literaria", compartió Gonzalo Celorio, quien, como Padilla, es integrante de la Academia Mexicana de la Lengua (AML). "Lo habíamos nombrado miembro numerario, porque ya residía en la Ciudad de México".

Autor de títulos como Subterráneos (Premio Alfonso Reyes, 1989) y La catedral de los ahogados (Premio Juan Rulfo para Primera Novela 1994), Padilla cursó la maestría en Letras Inglesas en la Universidad de Edimburgo y un doctorado en Filología Hispánica en Salamanca, título que obtuvo con un estudio que este año en que se celebra el 400 aniversario luctuoso del autor del Quijote, fue editado bajo el título Cervantes y el diablo. Otra de las publicaciones que dedicó al alcalaíno fue Cervantes & Compañía(2016).

"Es lamentable la muerte de cualquier académico, pero en el caso de Ignacio Padilla, que era un hombre que estaba en pleno desarrollo, que había alcanzado apenas su madurez y que prometía muchísimo, pues es todavía más lamentable. A su carácter de gran escritor hay que sumar que era un hombre de una tranquilidad, bonhomía e, incluso, humildad, dignas de ser reconocidas", consideró Jaime Labastida, director de la AML.

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