After Office

Herencia de Prince sin destinatario claro

Debido a que no dejó testamento, los deseos del astro del pop pasaron a un segundo plano. Algunas de las empresas más poderosas del sector musical, como Universal Music Group, ya son administradoras del legado de Prince.

A lo largo de una carrera de casi cuatro décadas, Prince rompió con su discográfica, se cambió el nombre y retiró sus canciones de los populares servicios de emisión online para demostrar algo: nadie podía decirle qué hacer con su música. Aunque el impulso por controlar su catálogo inspiró a otros artistas, limitó la difusión del artista y dañó el valor de su música.

Ahora, debido a que no ha dejado testamento, sus deseos han pasado a un segundo plano. Su patrimonio, representado por el veterano del sector discográfico Charles A. Koppelman y el abogado especializado en entretenimiento L. Londell McMillan, se apresura, bajo mandato judicial, a conseguir el máximo de un catálogo de en torno a mil canciones, entre las que figuran Purple Rain o When Doves Cry.

Ambos han seleccionado a algunas de las empresas más poderosas del sector musical, como Universal Music Group, como administradoras del legado de Prince. Su música, ausente durante el último año y medio de la mayoría de los principales servicios de emisión online, podría estar disponible a tiempo para los premios Grammy el mes que viene, mientras que el nombre de Prince y su figura comenzarán pronto a aparecer en artículos a la venta. Teniendo en cuenta su catálogo, su patrimonio podría oscilar entre los 50 y los 200 millones de dólares.

"Estamos poniendo su patrimonio y sus activos de entretenimiento en manos de las mejores compañías y las mejores personas para crear el mayor valor", explicaba Koppelman en una entrevista. "Cada nuevo acuerdo es el más moderno y con las mejores compañías, en los mejores términos y condiciones".

Koppelman, una destacada figura de la industria musical que dirigió EMI y que ha trabajado con leyendas como Billy Joel o Carole King, está bajo la presión de actuar con rapidez por diferentes motivos legales, entre ellos los impuestos pendientes.

VALORACIÓN DEL PATRIMONIO
Valorar un patrimonio puede ser un proceso polémico. El de Michael Jackson aún se encuentra en disputas con el Servicio de Impuestos Internos, casi 10 años después de la muerte de la estrella del pop. El actor Robin Williams lo puso fácil. Dejó su propiedad intelectual a su fundación, eliminando todos los problemas de impuestos, y aún solicitó que nadie la explotara durante varios años.

Los impuestos de sucesiones suelen pagarse nueve meses después de la muerte, lo que en el caso de Prince es a finales de este mes. Como no dejó testamento, el patrimonio y sus administradores tienen la responsabilidad legal de maximizar el retorno, independientemente de lo que hubiese querido el artista.

"Sus intenciones no son relevantes, porque nunca las dejó por escrito", ha explicado Laura Zwicker, que supervisa la planificación de patrimonio en Greenberg Glusker Fields Claman & Machtinger LLP y que ha proporcionado el valor estimado de la herencia de Prince. "Por eso es tan importante que la gente escriba cuáles son sus intenciones. Incluso aunque sepan lo que quería y quieran hacerlo, no pueden".

Es mejor alcanzar acuerdos ahora que esperar, opina Koppelman. La administración de patrimonio no durará para siempre, y en algún momento los herederos tomarán el relevo. Ahora mismo, no está claro quiénes serán. Han aparecido varios posibles herederos, como la hermana de Prince, Tyka Nelson, un medio hermano y cuatro hermanastras, según la revista Billboard.

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