Un grupo de amigos prepara una pizza. El queso se acaba y una de las invitadas se ofrece para ir a comprarlo. Nunca regresa.
Lo que sigue es el abismo.
Este es el argumento de un obra acerca de los que se quedan cuando alguien desaparece, que la compañía mexicana Por Piedad Teatro, afincada en Nueva York, estrena este viernes.
Abismo, de la autora alemana Maria Milisavljevic, se presenta en una breve temporada en el Teatro Helénico. El thriller plantea los cuestionamientos que se hacen los personajes ante la pérdida. Cuando no obtienen ayuda de las autoridades, tratan de hallar a la mujer desaparecida y entonces la búsqueda se revierte hacia sí mismos.
"A nivel emocional se van desatando en sus propias vidas demonios de tiempos pasados, sobre cómo se relacionan entre ellos y cómo van encontrando quiénes son a partir de la ausencia", explica la directora, Ana Graham.
La misión de la compañía, dice Graham, es crear empatía, usar el teatro como una forma de contrarrestar los sentimientos de soledad, en un acto colectivo que además es reflejo de lo humano.
$160 a $400
"Apostamos a la comunicación directa, a estar frente a frente y reflejarnos, saber que nuestros problemas no son únicos y, en este caso, que en otros países del mundo también hay mujeres que desaparecen", explica.
"¿Hasta cuándo es válido seguir esperando a alguien? ¿En qué momento puedes darlo por perdido, o muerto? ¿Qué tal si regresa? ¿Puedes reconstruir tu vida, volver a enamorarte? Todas esas preguntas se plantean en el texto", agrega la directora.
Abismo presenta la oportunidad de conocer a una voz nueva, con un lenguaje explosivo y a la vez peligroso. "Es interesante ver cómo una dramaturga joven está exponiendo en su teatro las atrocidades del mundo".
Protagonizada por Mónica Huarte, Antonio Vega y Marianna Burelli, la pieza aborda el miedo permanente a la soledad y a la pérdida. "Hay un texto muy bonito en la obra que dice: 'duele cuando un amor desaparece, no importa quién sea'; es ese dolor, ese miedo que le tenemos a estar solos en la vida, cuando estamos destinados a vivir en grupo, a ser seres sociales", concluye Graham.