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Harper Lee y el misterio sobre la publicación de su segunda novela

El lanzamiento de ‘Ve y pon un Centinela’ estuvo envuelto por la polémica, ya que hay sospechas de que la autora, fallecida este viernes, no autorizó su publicación.

Harper Lee, la autora de uno de los clásicos más emblemáticos de la literatura moderna estadounidense, Matar a un Ruiseñor, murió este viernes a los 89 años.

La escritora esperó 55 años para publicar en 2015 su segundo libro, Ve y pon un Centinela, con los mismos personajes dos décadas después y un punto de vista diferente respecto al de su primera novela, que abordaba la perspectiva de un niña sobre el bien y el mal.

Lee escribió Ve y pon un Centinela antes que Matar a un Ruiseñor, pero a sugerencia de su editor lo dejó de lado para contar la historia del racismo en el sur de Estados Unidos en la década de 1930 desde el punto de vista de una niña.

Tras sufrir un accidente cardiovascular en 2007, Lee vivió sus últimos años en un hogar de ancianos. Su abogada dijo el año pasado que descubrió el manuscrito en 2014 al hacerse cargo de los temas legales de la escritora.

Pero, ¿Lee en verdad aprobó la publicación de la segunda novela?

El 9 de julio del año pasado Bloomberg publicó un texto de Claire Suddath al respecto, el cual reproducimos, en una versión más corta y en español, a continuación:

El pórtico del asilo Meadows, en Monroeville, Alabama, es vigilado las 24 horas por un guardia.

Un espectáculo extraño en este aislado pueblo, pero en Meadows vive la casi nonagenaria Harper Lee, autora de 'Matar un ruiseñor', obra fundamental de la literatura estadounidense y ganadora del Premio Pulitzer.

Su segunda novela, publicada 55 años después de la primera, fue lanzada al mercado anglosajón ayer, con una tirada inicial de más de 2 millones de ejemplares. Hoy llega a Latinoamérica.

El lanzamiento de esta novedad editorial por la casa HarperCollins se ha visto envuelto por la polémica: en torno a él giran sospechas de un posible abuso de confianza hacia la autora por parte de su amiga y apoderada, la abogada Tonja Carter, quien según amigos cercanos, controla sus visitas, por lo que no ha sido posible esclarecer si realmente aprobó la publicación.

El círculo más íntimo de Lee, los pocos amigos y parientes dispuestos a hablar, me confesaron que tenían sospechas, pero sólo se abrirían bajo la promesa de no publicar lo que me dijeran.

Una de ellos señaló una frase de 'The Mockingbird Next Door', libro de la periodista del Chicago Tribune Marja Mills sobre el tiempo que fue vecina de los Lee: "Los que saben no hablan y los que hablan no saben". Luego me preguntó cuán bien conocía yo a Carter.

Tras sufrir un derrame cerebral en 2007, Harper está en una silla de ruedas, casi no escucha y ve muy poco. Su hermana mayor, Alice Lee, socia del bufete paterno, Barnett, Bugg, Lee & Carter, cuidaba de ella y se hacía cargo de sus asuntos financieros. Al morir, el año pasado, dejó el bufete a cargo de Tonja Carter.

La abogada cuenta que tres meses antes de la muerte de Alice, en agosto, encontró en la caja de seguridad de las hermanas Lee un manuscrito atado a la copia original de 'Matar un ruiseñor'.

Se trataba de otra novela de Harper Lee, 'Go Set a Watchman' ('Ve y pon un centinela').

"(Harper) estaba totalmente sorprendida," narra Joy Williams Brown, amiga de Lee desde 1950.

Ella y el agente literario de la autora, Andrew Nurnberg, dicen que la escritora -quien había jurado no volver a publicar- no quería que 'Watchman' llegara a la imprenta, pero luego cambió de opinión.

Jonathan Burnham, vicepresidente senior en HarperCollins, visitó a Lee la primera semana de julio, acompañado de Michael Morrison, presidente y editor, para presentarle una versión preliminar de la novela. Aseguran que Lee se mostró entusiasmada por su libro e incluso seleccionó la cubierta.

Poco después de que se anunciara la publicación de 'Watchman', las autoridades estatales recibieron una denuncia anónima de alguien cercano a Lee sobre un posible maltrato a la anciana, pero tras las pesquisas, las autoridades cerraron la investigación en abril.

Carter, de 50 años, ha rechazado casi todas las solicitudes de entrevista relacionadas con 'Go Set a Watchman'. Acordó hablar conmigo sólo si no la citaba directamente, y no respondería ninguna pregunta sobre Lee.

Con su ayuda, Lee parece haber asumido un interés más activo en el legado de 'Matar un ruiseñor'.

Si Watchman sigue vendiéndose, Lee ganará mucho dinero. Y dado que el libro es un volumen complementario del anterior, Lee tendrá una serie bajo marca registrada, lo que facilitará la protección de sus títulos.

Al tramitar la marca, y habiendo presentado ya algunas demandas para protegerla, aunado a la publicación del nuevo libro y la creación de la entidad no lucrativa Mockingbird Co., la abogada está construyendo lenta pero metódicamente una industria alrededor de ambos libros desde los confines de la residencia de ancianos.

'Go Set a Watchman' es una primera versión, alternativa, de lo que más tarde se convertiría en 'Matar un ruiseñor'.

La autora nunca lo releyó, pero, a petición suya, se ha publicado prácticamente sin editar.

'Watchman' está por convertirse en la novela más vendida del año. Es el libro que más presolicitudes ha tenido en la historia de HarperCollins.

Su tiraje inicial es dos tercios mayor que la del último libro de 'Los juegos del hambre' y su primera edición podría ingresar casi 40 millones de dólares.

Encabezó la lista de los más vendidos de Amazon desde que se anunció su lanzamiento en febrero, y lleva la mayor preventa del sitio web en los últimos cuatro años.

La librería de Monroeville ha pre-vendido casi 7 mil ejemplares.

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