After Office

Hacia una reconstrucción personal luego del sismo

El impacto sicológico del sismo ocurrido hace nueve días obliga a buscar atención médica en beneficio de su salud mental.

Ya pasó más de una semana y no deja de ser el tema principal de conversación. El shock emocional sigue vigente, se revive cada día a través de las redes sociales y en los medios de comunicación. Pese a que la devastación en la Ciudad de México del S-19 no se equipara con la del sismo de 1985, las repercusiones sicológicas en la gente son mucho mayores, comenta el neurosiquiatra Héctor Lara Tapia.

Con más de 45 años de práctica médica, al doctor le tocó vivir el trago amargo de los tres eventos telúricos más fuertes que ha experimentado la capital del país en 1957, 1985 y 2017.

"Todo se magnifica con la sociedad interconectada. En el 85 se cayeron las comunicaciones, el impacto en todos los niveles fue mayor, pero ahora hay más histeria colectiva en una sociedad que constantemente revive los acontecimientos", sostiene el también catedrático de la Facultad de Sicología de la UNAM.

Entre los síntomas a considerar para saber si presenta alguna secuela no atendida a nivel emocional y mental a causa del reciente temblor están: ansiedad, insomnio, estrés, fatiga, pesadillas e incluso padecimientos como laringitis, faringitis y hasta pérdida de la voz.

"La gente que estuvo presente en los rescates o que tuvo el infortunio de perder a un ser querido es aún más vulnerable. A veces, no se da cuenta que sigue mal hasta meses después, por eso es importante que se atienda", agrega el especialista.

¿A DÓNDE ACUDIR?
Facultad de Psicología de la UNAM / 5622-2288
Sociedad Psicoanalítica de México / 044 55 6091-5012 / 044 55 6071-6752
Instituto Nacional de Psiquiatría / 01 800 611 4488
Asociación Psicoanalítica Mexicana / 5596-0009
Unidad de Psicología Clínica de la Universidad Panamericana / 5482-1600 ext. 6430

Opinión que comparte el doctor Óscar Galicia, coordinador de la licenciatura en sicología de la Universidad Iberoamericana, al señalar que en México la cultura de la salud mental es prácticamente inexistente.

"Las personas creen que ellos solos tienen que lidiar con situaciones como ésta y entender el por qué se sienten tristes, con miedo, por qué no comen, ni duermen", añade el también investigador en neurociencias.

El mayor problema es que no se puede predecir cuándo terminará el duelo, porque después de identificar a los muertos viene la destrucción de los edificios y algunos se verán incluso sin patrimonio.

"Situaciones como esa vulneran el espacio más seguro que tiene una persona: su casa. Ello los deja sin armas para defenderse y crea una situación de inseguridad permanente", comenta Galicia.

El doctor Lara Tapia identifica tres acciones principales para dar vuelta a la página: la primera es retomar la cotidianidad lo antes posible, la segunda es informarse sobre qué hacer en caso de que otro sismo ocurra de nuevo, y la tercera se refiere a ignorar rumores. "El miedo se genera a partir de la desinformación. Las personas con un alto nivel de estudios son quienes se recuperan más rápido, sabrán qué hacer en caso de que un desastre ocurra de nuevo y eso los hace más fuertes", destaca.

De igual manera ellos educarán a sus hijos, pero en esta acción las autoridades deben ser corresponsables, porque la salud mental y emocional de los niños también se imparte en la escuela.

"En eso estamos muy atrasados, no sabemos cómo reaccionar, en la escuela no se dan las herramientas, eventos como este seguirán pasando y hay que estar preparados", menciona Lara Tapia.

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