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Gracias al mar puedo decir con cierta certeza, así es la vida: Magris

Claudio Magris, humanista filogermánico nacido en Trieste y artífice de "Danubio", "Microcosmos" o "A ciegas" lo ha logrado todo o casi todo. Acaba de recibir el premio FIL de Literatura en Lenguas Romances... Sólo falta un reconocimiento para que se haga justicia: el premio Nobel de Literatura.

Alto, muy alto; con ojos igual de claros que el mar que siempre está presente en sus obras. Claudio Magris es la imagen perfecta del hombre letrado centroeuropeo. Por su porte cuesta creer que es italiano, ya que su fisonomía está cargada de rasgos teutones, pero su manera de expresarse, la cercanía con la que habla y la calidez en su mirada lo delatan.

A sus 75 años, este humanista filogermánico nacido en Trieste y artífice de Danubio, Microcosmos o A ciegas lo ha logrado todo o casi todo. Premio Strega, Erasmus, Príncipe de Asturias, premio FIL de Literatura en Lenguas Romances... Sólo falta un reconocimiento para que se haga justicia: el premio Nobel de Literatura.

A pesar de que su nombre ya comienza a suscitar nerviosismo cada 10 de diciembre; con gran humildad y una sonrisa burlona, Magris reconoce que si le han de dar alguno de los premios que se conceden en Suecia ese ha de ser el de la Paz, tras años de soportar a su familia y por su buen carácter.

___¿A qué se debe el entendimiento con el público de lengua española?
___ Yo también me lo he preguntado porque no sólo es que uno reciba buenas críticas, sino que lo más importante es sentirse comprendido en aquello que uno quería transmitir. Jamás he estado con un lector o crítico de lengua española que no haya entendido mi obra. Sin embargo, en otros países sucede que quizás les gusta cómo uno toca el piano forte y la otra persona te dice, qué bueno es usted con el saxofón.

___¿Se ve cómodo con su obra y sus muchísimos lectores?
___ El porqué es el inicio ya que es como las relaciones entre las personas. Cuando dos personas se entienden, todo funciona. Después se pueden pelear, se pueden tener opiniones diversas... Creo que lo que sucede es que se da una cierta afinidad, pero si estuviese obligado a responder en treinta segundos, rememoraría aquel momento memorable de Don Quijote cuando habla de la cueva de Montesinos y Sancho le dice: yo creo que nada es verdadero. Y Don Quijote responde que quizás Sancho tenga razón, pero continúa creyendo. Esta capacidad fortuita de creer y no creer, de amar de lo que uno se ríe y de reír de lo que uno ama sucede con mi obra. Sé cuáles son las afinidades que tengo con el público de lengua española, pero el porqué de esta afinidad es misterioso. ¿Por qué uno se enamora de una persona y no de otra que quizás es más guapa, interesante o inteligente? Sólo sucede.

___¿Qué significa el mar para Claudio Magris?
___ Significa todo. Tengo un entendimiento muy concreto; casi físico. Mi madre, quien amaba el mar, me llevaba a verlo cuando era pequeño por lo que los primeros juegos, las primeras aventuras e incluso el primer despertar del encanto amoroso ha estado ligado al mar. Además, el hecho de haber crecido en Trieste que es una ciudad pequeña con la cualidad de tener el mar cercano me permite tener un contacto cotidiano con él. Eso ha sido muy importante. El mar que a mí me gusta no es el mar terrible, en tempestad en el cual los grandes capitanes se deben enfrentar en las novelas. No, el mar que amo es el sereno, tranquilo. Aquél del que nunca me aburriré de escuchar y observar detenidamente. En este sentido, el mar quizá sea la cosa que me aporta más posibilidades para decir sí a la vida. Si alguna vez me dijesen que no volvería a nadar en el mar sería una herida muy grande.

___Usted es también un magnífico contador de historias de viajes. ¿Esto se debe al entendimiento que tiene sobre la vida?
___ Incluso los mismo viajes están ligados al mar. El libro por excelencia, La Odisea, es un libro sobre cómo se atraviesa la vida. Siendo ésta una travesía en la que se regresa al fin, no obstante a casa o a sí mismo; se conforma una propia identidad. Bajo este punto de vista es impensable una Odisea sin mar. Una cosa que me parece interesante es que el Ulises de Joyce es un libro mucho más clásico y tradicional que el de Homero´, porque si lo piensas, por ejemplo, el Ulises de Leopold Bloom al final del día regresa a casa, a sí mismo; mientras que el terrible Ulises de Homero, después de haber regresado y de haber restaurado su lugar con su pueblo y su mujer tras años de ausencia decide que debe emprender el camino otra vez.

___Nos encontramos a casi 30 años de que Danubio viese la luz por primera vez. ¿Cómo ha cambiado su autor a lo largo de estas tres décadas?
___ Es una pregunta muy difícil, aunque ha sido un libro decisivo para mi vida. Sin Danubio yo no estaría aquí. Sin esa obra creo que habría sido un estimado profesor de literatura alemana y austriaca, pero con él me convertí en un escritor. Ciertamente esto no es algo mejor, sino que ha sido una cosa diversa. Aquel texto me ha enseñado más humildad, ver el mundo no desde lo alto de una de mis ideas, sino verlo desde abajo. Dejarme llevar y ser una botella perdida bajo el agua por lo que me ha dado un cierto abandono en el sentido positivo del término porque también nació sin un proyecto, como cualquier libro.

___ ¿Cómo sucedió en el caso de su nueva obra, El Conde y otros relatos?
___Me encontraba cercano a Oporto en Portugal y me había fascinado el fenómeno de que en ese lugar hay un mar en el que no se distingue dónde comienza éste o dónde termina el río. Por casualidad, leí en un periódico local de un pequeño pueblo que hacían una fiesta a un pescador que por fe religiosa había salido a pescar al mar. La novela tiene este sentido del mar que nutre y que debora. Soy feliz de que se haya publicado porque es uno de los textos a los que tengo más cariño.

___¿Qué personaje es clave para el relato?
___ El protagonista anónimo de esta obra, como tantos de mis protagonistas, ha nacido de un profundo sentimiento de vida. Siempre busco la casualidad que eleve la historia y enaltezca al mismo personaje. De todos mis personajes, al que más me gustaría parecerme es al protagonista anónimo de esta obra, porque tiene cualidades que yo nunca he tenido como el sentido épico, el coraje, la capacidad de abandonarse al fluir de la vida.Ser una botella perdida bajo el agua; mi nuevo libro me ha dado un cierto abandono en el sentido positivo del término".

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