After Office

Gloria Trevi, en deuda con la cultura gay

La comunidad LGBT (lésbico, gay, bisexual y transgénero) dotó a la cantante mexicana de brillo y lentejuela cuando ésta pasaba por uno de los momentos más difíciles de su carrera. Conoce la historia completa aquí. 

Cuando la noche era más oscura para Gloria Trevi y parecía que su ángel de la guarda la había abandonado, la comunidad LGBT (lésbico, gay, bisexual y transgénero) la dotó de brillo y lentejuelas.

La cantante siempre ha agradecido a este público que la ha seguido con los ojos cerrados por haberla ayudado a salir de la tempestad, pero desde 2006, La Trevi no ha vuelto a aparecer en una Marcha del Orgullo Gay en México, y todavía tiene un pendiente: asistir a la de su ciudad natal, Monterrey.

"Le pedí que fuera la Gran Mariscal, tomando en cuenta ese discurso de que ella le agradece todo a la comunidad, y tuve un pleito muy feo con ella porque es puro decir", dice en entrevista Antonio Nevarez Torres, uno de los organizadores del encuentro regio.

La relación de amor y respeto entre los homosexuales y la artista se dio desde el inicio de su carrera a finales de los 80. La comunidad LGBT se identificó con ella por ser esta figura rebelde, marginada, que no tenía miedo a cantar sobre temas vetados, y por su look desfachatado. Sus canciones se convirtieron en himnos de los antros gay en los 90.

Gloria Trevi salió de la cárcel el 21 de septiembre de 2004 tras cuatro años y ocho meses de encierro, y sentenció que tenía ganas de comerse al mundo. No podía hacerlo sola. Se acercó a la comunidad LGBT, que la apoyó. Ella en agradecimiento lanzó dos años después la canción que haría que todos voltearan a verla, ya no con morbo o inquisitoriamente, sino como artista.

"Un tema sólo se convierte en éxito cuando la comunidad gay lo hace un éxito, cuando esto sucede la canción además se vuelve un clásico". Esto declaró a Notimex en 2012, tras ser acusada de rechazo por el comité organizador de la marcha regia.

Todos me miran, con esa mezcla de pop bailable con música disco, está dirigida a los gays, el video trata de un travesti, y en todos sus conciertos les rinde tributo con imágenes del arcoíris. Fue un hit en el continente.


Cuatro años antes de ser acusada de violación, secuestro y corrupción de menores, cargos de los que fue exonerada por el juez séptimo de lo penal de Chihuahua, Gloria Trevi llenaba estadios, sus conciertos en el Auditorio Nacional se agotaban meses antes, y tenía una fortuna de 80 millones de dólares, según le confesó a Sabina Berman, autora del libro y del guión de la película Gloria. Todo lo perdió.

Al salir, la cantante primero se reconcilió con el público regiomontano en un concierto masivo en 2005, pero todavía no lograba regresar al estrellato. Su acercamiento a la comunidad LGBT en el país se intensificó en esos primeros años.

Alejandro Reyes, actual presidente de Impulse México, asociación dedicada a la prevención del sida, editaba entonces la revista OHM, la primera dirigida a homosexuales de alto perfil. "Muchísimos artistas le deben sus carreras a la comunidad gay, es sabido que es muy grande y muy fiel. En los años que editamos OHM, de 2005 a 2011, tuvimos a Gloria dos veces en la portada, nos apoyó muchísimo y lo hizo de forma gratuita", dice Reyes. "Honestamente no sé qué pasó con ella, que ya no aparecía en eventos de la comunidad".

En 2005, la cantante fue al Cabaretito VIP para develar la placa del sexto aniversario del corporativo de Tito Vasconcelos, donde dijo sentirse identificada con los gays porque también fue discriminada por ser diferente, y reiteró estar dispuesta a dar la cara por la comunidad.

Gloria Trevi fue nombrada Reina de la Marcha Gay de la Ciudad de México, a la que no pudo asistir por su embarazo, pero al año siguiente se presentó con una sorpresa: fue a entregar la corona a su sucesora, Rocío Banquells, e interpretó Todos me miran, su nuevo sencillo. Tres años después volvió a conquistar el Auditorio Nacional, y no regresó a ningún gay parade en México, sólo en otros países.

La cantante fue invitada en 2012 a una marcha LGBT en el DF y otra en Monterrey, y rechazó ambas invitaciones. Los capitalinos no tomaron a mal la negativa, no así sus paisanos, que siguen esperando a Godot.
"Siempre sale con que cobra no sé cuántas millonadas y nosotros somos una sociedad civil, no tenemos dinero para pagarle, es imposible generar un recurso de esas dimensiones", asegura Antonio Nevarez Torres, también presidente de la asociación COMAC, dedicada a concientizar sobre el sida.

La Marcha de la Diversidad en Monterrey se realiza desde hace 15 años. En ella se han presentado, sin cobrar, Susana Zabaleta, Regina Orozco, Astrid Hadad y Miriam. El pleito entre los organizadores inició cuando Nevarez le solicitó, con bandera del arcoíris en mano, ser la Gran Mariscal durante un evento público. Ella le sonrió y le dijo que entregara sus datos a la representante.

Al poco tiempo les llegó un rumor de que ella había dicho que jamás se presentaría en un evento de ese tipo y, antes de confirmarlo, lo hicieron público y se desató la indignación de la comunidad LGBT de Nuevo León. Gloria Trevi se defendió en Twitter y los acusó de utilizar a los medios para ponerla en contra de la comunidad gay, a la que reiteró su cariño y apoyo.

Mario Alberto Rodríguez Platas, otro de los organizadores, según información publicada en el sitio de Proceso, se retractó y aceptó que la ausencia de la artista se debió a cuestiones de agenda y a un mal entendido. Casi tres años después del incidente, Nevarez destaca la importancia de que se presente a la marcha ante más de 35 mil regiomontanos y en un año electoral.

"Toda la vida había sido un coleccionista de sus discos, de su música y me sentí tan desilusionado al ver que nada más es el oropel", lamenta Nevarez, y reta a La Trevi: "Si es cierto que está por la comunidad gay, que sea la Gran Mariscal de este año; no tenemos dinero para pagarle, pero si todo el corazón".

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