After Office

Game of Thrones... un giro inesperado

La serie de HBO dará un giro dramático porque la ambición se intensifica, según dijo en entrevista exclusiva con EL FINANCIERO el actor Liam Cunningham, quien encarna al leal guerrero Ser Davos. El comparte algunos detalles de lo que se verá en la quinta temporada.

Game of Thrones, una de las sagas de fantasía medieval más costosas y sangrientas de la televisión, se encamina a un punto crítico e inesperado en la trama. En una entrevista exclusiva proporcionada a EL FINANCIERO por HBO, el actor Liam Cunningham, quien encarna al leal guerrero Ser Davos, comparte algunos detalles de lo que se verá en la quinta temporada de esta serie, que ha llegado a ser considerada por una parte de la crítica estadounidense entre las mejores de todos los tiempos.

___¿Cuál es la situación de su personaje, Ser Davos, en esta quinta temporada?
___Por una vez, la suerte nos sonríe. Al inicio de la quinta temporada encontramos al team Dragonstone en lo que es para ellos una posición favorable: tienen un poco de poder y han derrotado al enemigo, entre comillas. Lo que ocurrirá a partir de allí es bastante lógico, creo yo: llevar a Stannis al trono ahora parece una posibilidad real.

___¿Y su posición ahora, bajo el mando de Stannis?
___Davos nunca pensaría en la guerra en términos de victorias o botines; es su trabajo. Creo que su batalla es mantener a Stannis en el camino correcto. Él no es un militar, pero puedes imaginar que a medida que avance la serie tendrán que enfrentarse, y en concreto a causa de Melisandre. Y no quiero adelantar nada, pero esto desemboca en una conclusión muy dramática, o digamos mejor a un punto crítico en la serie, que es extraordinario.

___¿Por qué Davos se mantiene leal a Stannis?
___Esa lealtad se remonta al momento en que Stannis le corta los dedos, y al hecho de que le dio una vida. Hay una escena donde Davos le dice a su hijo: "escucha, él nos sacó de la miseria, nos dio una vida; tú sabes leer". Davos ahora es un Lord. Es un hombre decente en un nido de víboras. No es un cobarde, pues no siente estima por su propia vida. En cierto sentido es el hombre que todos querríamos ser, aquél que, cuando tiene la opción de venderse o vender su alma a cambio de riquezas u otra cosa, ni siquiera se lo plantea. No hay dinero suficiente para comprar a ese hombre, porque venderse no está en su naturaleza. Siente el deseo de recompensar la decencia. Si lo tratas bien, su lógica es corresponder, preguntarse qué puede hacer él por ti. Para mí, eso es la lealtad. Es de una simplicidad sublime que resulta increíblemente honorable.

___¿Cree que Game of Thrones guarda alguna relación con el escenario político actual?
___Sí, y eso es uno de los rasgos que la hacen una serie estupenda. En algunas de las tramas de esta temporada podrías sustituir los nombres de los personajes por los de ciertos políticos del momento, y sería la vida real. Supongo que hay personas que se meten a la política o a los negocios por buenas razones: quieren hacer algo, ganar algo de dinero, dejar huella o dejar un legado. Pero en cuanto están dentro, y para mantenerse ahí, se ven empujados a hacer cosas que contravienen las mismas razones que los llevaron ahí. Creer que "el fin justifica los medios" destruye el alma de los hombres.

___¿Cómo ha sido el rodaje?
___No es tan glamoroso como la publicidad que hacemos tras terminarlo. Pasamos horas en carpas, calentándonos con una estufa, comiendo en recipientes de plástico. El rodaje es algo duro porque es mucho tiempo y grabamos en zonas agrestes, entre el barro y la nieve. Yo siempre estoy en Irlanda del Norte, así que llueve. No siempre hace buen clima, pero no importa, porque el paisaje es muy importante en la serie.

___¿Hay locaciones que le impresionen?
___Oh, claro. En una de las escenas que se verá en esta temporada hubo un equipo de arte dedicado a pintar un paisaje durante un mes. Cientos de metros de colina. Tenían el terreno, pero no la nieve. Usaron algo parecido al musgo y unos trocitos de un material plástico que parecía nieve. Nunca he visto algo como eso, hasta podías hacer bolas.

___¿Ese nivel de atención al detalle ayuda en la interpretación?
___Por supuesto. Hay montón de películas generadas por computadora en las que para grabar te colocas frente a un ciclorama verde, dentro de un estudio, pero allí no hay nada. Tienes que recurrir a tu imaginación, y el primer día está bien, pero al cabo de tres semanas de estar viendo sólo un fondo verde, no hay nada que estimule tu imaginación. Pero cuando estás rodeado de juguetes -en nuestro caso, de juguetes carísimos, disfraces increíbles, magnífica utilería, unos decorados asombrosos- resulta mucho más fácil creer que estás allí. Y cuando eso ocurre, sientes ese mundo mucho más y actuar es más fácil.

___¿Qué tipo de escenas disfruta más?
___El vestuario y la acción es lo que da ritmo y tono al episodio, pero realmente eso es cosa del director. En esas escenas los actores somos marionetas, en el mejor sentido. Y me encantan los aspectos técnicos del rodaje. Pero cuando tienes a alguien de la calidad de Stephen Dillane o a un Mark Gatiss, a quien siempre he admirado, en una escena donde Stannis y todo el equipo Dragonstone está reunido, allí es donde interviene un guión brillante. Eso es lo que más disfruto: interpretar eso, y saber que no tengo que preocuparme por arrancarle a otro una actuación, o a mí mismo, porque todos en la habitación son impresionantes.

___¿Y veremos reencenderse la llama entre Davos y Melisandre?
___No es imposible. Si la sacerdotisa roja intervino cuando Stannis quiso matarme, y me salvó la vida, no es improbable que George Martin diga un día "vamos a juntar a esos dos, que tengan un pequeño bebé pelirrojo". Tendría gracia.

___Cuando muere un personaje, ¿el reparto le organiza una despedida?
___Mira, hay muertes todos los años, así que no revelo nada de la trama si digo que es horrible pasar tanto tiempo con alguien y verlo irse. Sí nos vamos de copas, es Irlanda, ¡es casi obligado hacerlo!

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