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Frida y Diego, un 'gancho' para mostrar

Con la curaduría de Agustín Arteaga, la exposición "México 1900-1950. Diego Rivera, Frida Kahlo, José Clemente Orozco y las vanguardias" se presentará del 5 de octubre al 23 de enero próximo en el Grand Palais de París.

La obra de Frida Kahlo y Diego Rivera ya es parte de la cultura pop, por eso es tan conocida, asegura Agustín Arteaga respecto a lo que llama "el cliché máximo" del arte mexicano en Europa, según el cual sólo existen tres grandes figuras. Las mismas que dan nombre a la exposición México 1900-1950. Diego Rivera, Frida Kahlo, José Clemente Orozco y las vanguardias, que se presentará del 5 de octubre al 23 de enero próximo en el Grand Palais de París.

La curaduría de Artega pretende -dice en entrevista- ampliar la visión que se tiene en el extranjero sobre el arte mexicano de la primera mitad del siglo XX, al incluir no sólo pintura, sino fotografía, instalación, cine y diseño, entre otras expresiones. Una selección de obras que contrapuntea con una muestra contemporánea.

Es así que la exposición está integrada por más de 200 piezas, entre las que encuentran creaciones de Marius De Zayas, Saturnino Herrán, Fracisco Goitia, Miguel Covarrubias, Germán Cueto, Nahui Ollin, María Asúnsolo, Mathias Goeritz y Minerva Cuevas.

El exdirector del Museo Nacional de Arte y actual titular del Dallas Art Museum reconoce que el título de la propuesta es un "gancho" para los espectadores europeos, pero, insiste: "pensar sólo en tres grandes es una visión reduccionista, como lo es creer que todo (el arte mexicano) ocurre a partir de la Revolución; por supuesto que tuvo un papel fundamental, pero el arte no acabó, como tampoco empezó ahí. Este país ha tenido un papel relevante y lo va a seguir teniendo, los artistas contemporáneos están siendo presentados en y adquiridos por las instituciones más importantes del mundo".

El arte mexicano comenzó a figurar internacionalmente a principios de la centuria pasada, advierte. "En México se vivió la primera revolución social del siglo XX y fue la primera vez que se grabaron escenas en vivo y se difundieron a través del cine alrededor del mundo; eso creó una tensión particular". En ese contexto, añade, la figura de los artistas mexicanos empezó a tomar relevancia, a partir de su presencia en la Escuela de París.

"Hubo relaciones entre los artistas a lo largo del Atlántico, más de lo que nos podamos imaginar; la correspondencia, la movilidad de las publicaciones, todo eso lo facilitaba. En 1921, Jean Charlot fue el primer artista que habló de que en México estaba ocurriendo un renacimiento como no estaba ocurriendo en ningún otro lugar del mundo", asegura el curador.

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