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Ever Palma, hacia una riesgosa transición

El mejor marchista mexicano en los 20 kilómetros en los Juegos Olímpicos Río 2016, cambiará a los 50 kilómetros para Tokio 2020, en medio de especulaciones sobre el futuro de esta disciplina.

La familia de Ever Palma siempre estuvo ligada al deporte de alto rendimiento. Antonio, su padre, fue preseleccionado nacional en lucha grecorromana, aunque nunca pudo asistir a los Juegos Olímpicos. Isaac, su hermano mayor, es marchista y fue quien lo acercó a esta disciplina.

Ever recuerda que cuando Isaac regresó a casa, tras participar en los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Helsinki 2005, le contó su experiencia y lo invitó a entrenar al Centro Nacional de Alto Rendimiento. Ever aceptó por curiosidad. "Entonces practicaba tiro con arco, pero cuando conocí la marcha quedé encantado. Decidí practicar la distancia de 20 kilómetros".

El menor de los Palma ha registrado buenos resultados desde entonces. Ganó bronce en los Juegos Panamericanos de Río 2007. En el circuito carioca compartió la ruta con Isaac, quien terminó en el lugar 34. Cinco años después hizo su debut en las Magnas Justas de Londres 2012, en las que concluyó en el lugar 46. Pese al mal resultado, se empeñó en seguir su carrera de marchista.

En Río 2016 despuntó definitivamente. Terminó en el lugar 14; fue el mejor mexicano. Después se reunió con Rubén Arikado, su entrenador, y el resto del equipo técnico con el que trabaja. No sabía de qué se trataba la junta táctica. La propuesta era radical: internarse en los 50 kilómetros, ruta en la que nunca había intentado asomarse.

"La acepté porque creo en el criterio de mi equipo. Sé que es una prueba en la que se requiere más desgaste, a comparación de los 20 kilómetros que son más de sprints de velocidad. El plan es que entre 2018 o 2019 haga la transición a los 50 y que en Tokio 2020 pueda competir en esa distancia", explica.

El andarín reconoce que es una decisión arriesgada. La Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) lo clasificó entre los mejores 20 atletas del mundo en 20 kilómetros. En esa distancia, dice, podría pelear el podio en los próximos Campeonatos Mundiales de Atletismo, que se realizarán en Londres, Inglaterra, del 5 al 13 de agosto. Se apartaría de la prueba en la que es especialista, por una en la que apenas debutó el 25 de marzo pasado en la Copa del Mundo Dudince, Eslovaquia, en la que terminó en noveno sitio.

"Es una decisión que he analizado con mi grupo interdisciplinario. Estoy consciente de los riesgos. No descarto los 20 kilómetros, porque intentaré calificar a los Mundiales de Atletismo de Doha en 2019 y en las justas veraniegas de Tokio en esa distancia. Sólo tengo que ser cuidadoso en que la carga de trabajo no me produzca lesiones", sostiene.

La competencia será dura para el michoacano. La transición a los 50 kilómetros le obligará a competir con Omar Zepeda, Horacio Nava y José Leyver Ojeda, quienes fueron los representantes mexicanos los pasados Juegos Olímpicos, y que han competido en esa distancia durante la mayor parte de su trayectoria.

El Comité Olímpico Internacional propuso –en marzo pasado- que la marcha de 50 kilómetros desapareciera del programa de los próximos Juegos Olímpicos. La IAAF desechó por unanimidad la petición y publicó que la prueba se mantendrá, al menos, hasta el verano de 2020. El organismo rector del atletismo mundial reconoció que la prueba estará sujeta a modificaciones radicales para hacerla más atractiva para los televidentes.

"Marchar en esa distancia es un riesgo adicional con los cambios que vienen por delante. Eso me obliga a dar buenos resultados en Tokio, para que no sea esfuerzo perdido", dice Ever. "La IAAF envió correos a los entrenadores y atletas para que hiciéramos propuestas para modificar la prueba. Es un síntoma de que aún no hay nada definido. Cuando platico con mi entrenador sobre el tema, me pide que no me distraiga en el futuro y que únicamente me enfoque en el presente ciclo olímpico", explica.

Palma acepta que la prueba es tediosa para los espectadores en los Juegos Olímpicos y que aceptaría un cambio significativo. Dice que la IAAF propuso que para las justas veraniegas de 2024 se corra una prueba de 20 kilómetros, con cuatro relevos de 5 kilómetros cada uno. Los equipos estarían conformados por dos hombres y dos mujeres.

"Sería más atractivo, pero definitivamente se perdería una parte de la tradición de la marcha atlética", asegura.

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