Desde Helsinki 2005, los velocistas estadounidenses no ganaban los 100 metros en la rama femenil y varonil en una misma edición de los Campeonatos Mundiales de Atletismo. Ayer, en Londres, Torie Bowie (10.85 segundos) echó el pecho hacia delante justo sobre la línea de meta para llevarse el oro, al igual que su compatriota Justin Gatlin (9.92) un día antes.
La victoria también significó una revancha para Bowie, quien en Río 2016 se tuvo que conformar con la plata, al llegar detrás de Elaine Thompson, campeona olímpica que quedó en el quinto puesto, con lo que, por primera vez en 14 años, ninguna jamaiquina subió al podio en esta competencia.
Para Gatlin fue su segundo título mundial. El primero lo había logrado en Helsinki, antes de que Bolt se convirtiera en el dueño de la pista. Cuando el jamaiquino dio el salto a la prueba –Berlín 2009–, el estadounidense no pudo volver a ganar un título, hasta que el sábado pasado doblegó en su última carrera individual al caribeño, a quien homenajeó con una alabanza.
"No soy elogioso del triunfo de Gatlin porque ha cumplido dos sanciones por dopaje. La última de ellas pudo ser de por vida, pero fue reducida. Puede competir, pero no fue el guion perfecto para esta prueba", comentó Sebastian Coe, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF).
El keniano Geoffrey Kirui alcanzó el punto más alto en sus dos años de trayectoria como maratonista. Ganó la prueba al detener el reloj en 2:08:27 horas -el cuarto mejor tiempo de su carrera- y dio el triunfo a su país en estas competencias desde que lo consiguiera Abel Kirui en Daegu 2011.
El vencedor explicó que el título no era algo que esperaba. Señaló que su estrategia fue mantenerse cerca del etíope Tamirat Tola -quien lideró más de la mitad de la prueba- hasta el kilómetro 35 y, posteriormente, atacarlo. El plan funcionó. El keniano tomó la punta y sacó una cómoda ventaja que le permitió festejar con los aficionados antes de que cruzara la meta.
"Estoy extasiado por ganar el título porque es mi debut en los Campeonatos Mundiales. Éste ha sido el mejor recorrido y el mejor público que he visto en un maratón", sostuvo el fondista de 24 años.
El triunfo de Kirui se vio favorecido por las ausencias de sus compatriotas Eliud Kipchoge -campeón olímpico en Río 2016- y de Wilson Kipsang -bronce en Londres 2012-, quienes decidieron descansar para participar en el Maratón de Berlín, que se correrá el 24 de septiembre. El segundo sitio fue para Tola, y el tercero para el tanzano Alphonse Simbu.
Rose Chelimo -en la rama femenil- le dio la primera medalla de oro en Campeonatos Mundiales a Bahréin, luego de que se quedara con la victoria al detener el cronómetro en 2:27:11 horas. Su título fue precoz. El de Londres fue apenas el cuarto que corrió en su carrera. Antes, su especialidad era el medio maratón.
El neozelandés Tomas Walsh mejoró la medalla de bronce que obtuvo en los Juegos Olímpicos del año pasado y se coronó en lanzamiento de bala. Dominó desde su segundo intento, el cual le permitió tomar la delantera de la competencia. Pero todavía en su sexta y última oportunidad registró 22.03 metros, que le permitió amarrar la victoria. La plata fue para el estadounidense Joe Kovacs y el podio lo completó el croata Stipe Zunic. Ryan Crousier –campeón olímpico– terminó en el sexto puesto.
La griega Ekateríni Stefanídi tampoco tuvo problemas para llevarse el título mundial de salto con pértiga. Revalidó el título que consiguió en las Magnas Justas del año pasado, con un salto de 4.91 metros, el cual fue 16 centímetros superior al de la estadounidense Sandi Morris, quien terminó segunda. La venezolana Robeilys Peinado, de 19 años, y la cubana Yarisley Silva, campeona en Beijing 2015, compartieron la medalla de bronce.