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Estrellas de la NBA... pero sus equipos sólo pierden

Ocho estrellas de la NBA tienen algo en común: esta temporada cobran más de 16 millones de dólares, pero sus equipos se encuentran entre los peores de la Liga.

Harrison Barnes abandonó a los subcampeones Warriors de Golden State para firmar un contrato de más de 90 millones de dólares con los Mavericks de Dallas. En el papel, parecía una buena idea, debido a que llegó a una organización que había calificado la campaña anterior a los playoffs y que tendría más minutos sobre la duela. Pero a tres meses del comienzo de la temporada, el guardia forma parte del equipo con el peor récord de la NBA. Como él, hay otros siete jugadores que tienen contratos multimillonarios, pero que juegan con franquicias con marca perdedora.

Barnes comparte vestuario con Dirk Nowitzki, quien es el segundo mejor pagado de Dallas. El alemán –campeón con el equipo en 2011- firmó un convenio por un año con la organización, pero sufrió una doble lesión en el tendón de aquiles, que sólo le permitió participar en cinco partidos. Otro motivo por el que los Mavericks viven un mal momento.

En Washington y Miami los días en que peleaban el liderato de la Conferencia Este quedaron atrás. John Wall y Bradley Beal, de los Wizards, gozan de un promedio más alto de puntos por partido a comparación de sus últimos tres años, pero el resto del equipo no está a la par de su nivel, lo que provocó la mayor parte de las derrotas de la franquicia. Hassam Whiteside, del Heat, es el líder de puntos y asistencias de la organización, pero su desempeño es insuficiente para cubrir el aporte ofensivo que en su momento dieron Chris Bosh, LeBron James o Dwayne Wade.

El cuarto mejor contrato en la historia de la NBA pertenece a Anthony Davis, quien lo firmó en junio del año pasado con los Pelicans de Nueva Orleans. Inmediatamente después de haber cerrado el acuerdo, promedió siete puntos más por partido, suficientes para que el equipo pudiera repetir su calificación a playoffs, pero no encontró ayuda del resto de sus compañeros.

DeMarcus Cousins, en Sacramento, resintió la partida de Rajon Rondo a Chicago y, pese a que incrementó su promedio de puntos por encuentro, fue insuficiente para llevar al equipo a una mejor posición. Mientras que Brook López, en Brooklyn, es víctima del mal momento de la franquicia, que se perfila para terminar por tercera temporada consecutiva con récord perdedor.

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