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Estrada estrena su nueva "Dictadura Perfecta"

Este jueves se estrenará la nueva película de Luis Estrada, "La dictadura perfecta", una sátira sobre la influencia de los medios de comunicación en los asuntos públicos. En entrevista, el director comparte su opinión sobre la situación política que vive el país. 

Con más de mil 500 copias y precedida de un récord de 2 millones de vistas del tráiler oficial, la nueva película de Luis Estrada se estrena este jueves.

Protagonizada por Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Sergio Mayer, Alfonso Herrera, Osvaldo Benavides y Silvia Navarro, entre otros, La dictadura perfecta es una sátira sobre la influencia de los medios de comunicación en la política.

"He hecho muchas películas de las que nadie se acuerda, nomás están presentes las políticas", dice el director, quien se ha convertido en el único cronista cinematográfico de nuestros tiempos.

Todo comenzó con La ley de Herodes, de 1999, filmada como un testimonio de lo que creyó entonces el director de Bandidos, era la peor catástrofe nacional.

"Esa película respondió a una sensación de hartazgo, de malestar, de manera muy ingenua cuando decidimos escribir Jaime Sampietro y yo el guión, creía que este país había tocado fondo. Veníamos de las consecuencias de la crisis del 94, la prolongación de los primeros años del zedillato, magnicidios, levantamiento en Chiapas, error de diciembre, devaluación, crisis económica sin precedente, Efecto Tequila que contagió al mundo, lo que me llevó a decir no puede ser que este sistema político que nos ha llevado a donde estamos, se vaya a prolongar para la eternidad y me sorprendió mucho que no hubiera un testimonio, una película que hablara de esa descomposición, de ese abuso del poder", cuenta el director en entrevista con EL FINANCIERO. 

¿Desde cuándo la realidad superó a la ficción?

Yo creo que desde el origen del hombre... La ficción, el arte, por más naturalista que se pretenda, nunca va a poder ni igualar ni superar a la realidad. A veces se imitan mutuamente, pero sobre todo en ciertos temas, la realidad desafortunadamente es insuperable.

¿Por qué siguió filmando testimonios de una época si La ley de Herodes enfrentó la censura?

A la película le fue muy bien, ¡hubo tantas historias! La reacción no de un partido, una clase gobernante, sino de un sistema para que la película no se viera fue vergonzosa, qué tenían en la cabeza, de veras se sentían los dueños del país, pero después de La ley de Herodes, que tuvo mucho éxito de público, de crítica y de reconocimiento, los temas un poco me han ido escogiendo a mí, el folclor y el horror del foxiato, la demencia del calderonato y ahora el cinismo del regreso de la dictadura perfecta y sus nuevos socios o patrones.

¿No que la vida es mejor en el cine?

No, también puede ser horrorosa y creo que mis películas son prueba fehaciente de ello, yo creo que el cine puede ser muchas cosas, pero también creo que la vida tampoco la tiene uno que sufrir, porque si no, qué tortura, que todo sea feo, triste y desolador. Aunque a veces la realidad se te impone.

¿Se ensaña con la clase política en sus películas?

No, me quedo cortísimo, dan para lo que yo hago y mucho más, sin lugar a dudas.

En la realidad, ¿cómo ha cambiado este país en los últimos 15 años, desde el estreno de La ley de Herodes?

Desafortunadamente ha cambiado mucho y para mal, porque todos estos problemas que he ido sumando en las películas siguen ahí y todos los días se suman nuevos, y cada vez que parece que este país va a cambiar, acaba pareciéndose más al gato pardo, todo cambia para que siga igual… o a veces peor.

¿El poder de la televisión ha crecido?

La historia de los priatos no se puede entender sin la relación perversa que han establecido con los medios de comunicación, pero muy en particular con la televisión, no hay que olvidar que la televisión privada se funda de la mano del primer presidente priísta, evidentemente ya venía el antecedente del PNR, pero Miguel Alemán fue socio junto con Emilio Azcárraga Vidaurreta y desde entonces han sido un matrimonio con días buenos y malos, como todos los matrimonios, pero siempre protegiendo sus intereses.

¿Le ofendió en su momento la frase de Vargas Llosa?


No, lo aplaudí de pie y verle la cara a Octavio Paz y Enrique Krauze, ha sido uno de los momentos más dichosos que nos ha proporcionado a muchos la televisión mexicana. Fue en un programa de Televisa, que se llamó Encuentro Vuelta: La experiencia de la libertad, donde Vargas Llosa dijo eso, y dijo que México tenía un sistema más dictatorial y más autoritario que el comunismo, que la Rusia soviética, que la dictadura de Castro. Luego hubo episodios muy vergonzosos, lo echaron del país por hacer esos comentarios. Después regresó y para congraciarse con el poder que tanto le seduce, se arrepintió. Como escritor, es uno de los escritores vivos más grandes que hay, pero es también otro, que le gusta la grilla y la política, que le seduce el poder, el que luego se arrepintió y dijo que marchábamos de frente y con la frente en alto hacia la democracia perfecta.

¿Y en qué tuvo razón?

Efectivamente, el priato del siglo XX fue una dictadura perfecta. Y ahora es otra dictadura perfecta, modernizada, donde ya no manda el poder imperial, sino los poderes fácticos.

Uno de los carteles de la película tiene rostros conocidos. ¿Volveremos a tener un presidente de telenovela?

No lo sé, pero ya varios se apuntaron. En ese cartel están Carmelo Vargas, Manuel Velasco, gobernador de Chiapas, que es el que está siguiendo con más fidelidad el modelo Peña Nieto. También están Eruviel Ávila, del Estado de México, Moreno Valle, de Puebla, donde se hacen muchas telenovelas, se habla de lo maravillosa que está Puebla. No olvidemos a Miguel Ángel Mancera, del DF, Rodrigo Medina, de Nuevo León, Aristóteles Sandoval, de Jalisco, Javier Duarte, de Veracruz, y Graco Ramírez, de Morelos. Todos quisieran apuntarse a la grande, lo que no saben, ¡es que se los va a chingar Carmelo Vargas! (el protagonista de La dictadura perfecta).

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